En un momento del año en el que se mantiene la tendencia al alza de los precios de algunos alimentos, es necesario controlar la cantidad de dinero invertida en la lista de la compra y por ello, lograr un ahorro importante cada vez que acudimos al supermercado.

Normalmente, la opción más socorrida por los clientes es la típica lista en la que se anotan los productos imprescindibles que hacen falta adquirir en los supermercados, aunque existe una opción alternativa que nos permitirá lograr ese ahorro que tanto ansiamos. No es otra que la denominada lista de la compra inversa. Este truco consiste básicamente en hacer una lista de la compra completamente distinta a la habitual.

A diferencia de la lista tradicional, donde anotamos los productos que se deben comprar, mediante esta alternativa se anotan los productos que ya tenemos en nuestro hogar, ya sea en la nevera, en el congelador o en la despensa. De este modo, lo que se hace mediante este método es hacer la lista de la compra en base a lo que disponemos en casa, y no en base a lo que falta por comprar. Los expertos recomiendan elegir un día concreto de la semana para hacer este listado.

Una vez realizado el listado, otro de los aspectos clave pasa por planificar las comidas de la semana. De este modo, se asegura el uso de todos y cada uno de los productos almacenados en nuestro hogar y es un paso clave para comprobar qué es lo estrictamente necesario cuando acudamos al supermercado al hacer la compra.

Precisamente, uno de los objetivos de esta alternativa pasa por no desperdiciar ningún alimento, además de gastar menos dinero en el supermercado. Al mismo tiempo, supone una herramienta clave para evitar caer en tentaciones y caprichos de última hora. Además, los mismos productos deben aprovecharse en función de su fecha de caducidad y que se pueden elaborar para diferentes recetas.

El desperdicio de alimentos, frecuente en España

Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, en el año 2020 los españoles desperdiciaron un total de 1.364 millones de kilos/litros de alimentos, lo que supone una media de 31 kilos/litros por persona, convirtiéndose así en una práctica frecuente en nuestro país.

Del total de alimentos desperdiciados, durante los meses de verano se registró un incrementó del porcentaje de comida tirada a la basura. Este aumento fue de un 1,1% durante el periodo de primavera-verano de 2020, en comparación al mismo periodo del año anterior. La subida se notó con mayor diferencia en los alimentos cocinados. Durante la primavera y verano de 2020, el incremento fue del 35,8 %.

Un porcentaje que fue superior en el caso de los alimentos desperdiciados tal y como fueron comprados, que llegó a ser del 75% hace dos años.