La sexta ola en España llegó en diciembre, y arrasó las Navidades, el fin de los colegios y gran parte de enero. Entonces, la estrategia de detección precoz del departamento de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, establecía que solamente eran de declaración obligatoria los casos confirmados mediante pruebas diagnósticas realizadas por un profesional.

Este hecho sirvió para que la Comunidad de Madrid dejara de notificar esos positivos telefónicos que se había hecho el usuario, pero que en cambio sí eran válidos para solicitar una baja laboral. Fue el 21 de diciembre cuando la Comunidad de Madrid anunció que dejaba de hacer prueba de confirmación a los casos asintomáticos o leves, ante el caos sanitario que hubo en atención primaria, y que llevó a poner turnos especiales de test de diagnóstico para Nochebuena y Nochevieja, y que llevó al aumento desmesurado de los precios de los test hasta que se regularon después.

El cambio de estrategia

Ante el aumento de casos a finales de año, el 30 de diciembre la Comisión de Salud Pública, integrada por los directores generales de Salud Pública de todas las Comunidades y del Ministerio, cambió de estrategia y los positivos confirmados por test de autodiagnóstico sí se contabilizada a nivel nacional, pero no en la Comunidad de Madrid.

El consejero de Sanidad regional, Enrique Ruiz Escudero, afirmó que los test de farmacia “no entraban en la definición de caso” que fijaban los protocolos. “En cuanto el Ministerio nos facilite la manera de reportar todos esos casos, lo haremos encantados”, aseguró Ruiz Escudero..

Así, los sistemas de notificación del SiViEs, dependiente del Centro Nacional de Epidemiología, incorporaron la casilla para incorporar los datos del autodiagnóstico, pero la Comunidad de Madrid aseguraba que tenía que adaptar sus propios sistemas informáticos.

El 13 de enero Ruiz Escudero admitió que “no se registran los casos de autotest como casos de la pandemia para mantener la calidad de la estadística”, afirmaba, a pesar de que otras Comunidades Autónomas sí los estaban reportando, y la Seguridad Social facilitaba las bajas laborales por teléfono con la confirmación del paciente contagiado por autotest.

Según los datos, faltarían por añadir al sistema 55.000 positivos corresponden solo al periodo entre el 13 de enero y el 6 de marzo. Según la Cadena SER, si sumamos esas más de 55.000 infecciones que la Consejería de Sanidad no notificó a la Administración General del Estado, a las 248.120 ‘oficiales’, que sí se notificaron al Ministerio de Sanidad, el resultado es que más del 18% de los casos registrados durante esos días no se comunicaron.