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Descubren los restos del Endurance, el barco hundido de Shackleton

Una expedición científica a bordo del buque S. A. Agulhas II halla el Endurance a 7,5 kilómetros de dónde se hundió y a 3.000 metros de profundidad.

Descubren los restos del Endurance, el barco hundido de Shackleton
DPA vía Europa Press

Decían los hombres a bordo del Endurance que, cuando el barco comenzó a hundirse, emitió sonidos que “parecían los gritos de una criatura viva”. Ernest Shackleton, el capitán del navío, no supo expresar en su diario qué sensación le produjo ver al Endurance resquebrajarse y sumergirse en las congeladas profundidades. “Es difícil decir lo que siento. Para un marino, su barco es más que un hogar flotante. Ahora crujiendo y temblando, su madera se rompe, sus heridas se abren y va abandonando lentamente la vida en el comienzo mismo de su carrera”, escribió en su diario el capitán.

Será siempre una incógnita qué habría anotado hoy Shackleton en las notas de su iPad al ver su barco. Más de cien años después del accidente, el Endurance ha sido encontrado a unos 7,5 kilómetros del punto anotado por la tripulación y a 3.000 metros de profundidad. Los responsables del descubrimiento son los miembros de una expedición científica a bordo del buque S. A. Agulhas II.

Un barco fantasmal a 3.000 metros de profundidad

Las imágenes muestran un barco fantasmal por el que ha pasado de todo, en especial el tiempo. La estructura fracturada, las cuerdas enredadas como un puñado de cables en un cajón y la vida marina que navega ahora a bordo del navío confirman las antiguas teorías: el barco sí gritó como una criatura viva al hundirse. Lo que mejor resiste, curiosamente, es el nombre grabado del buque, Endurance (resistencia).

Ernest Shackleton quiso viajar a la Antártida para cruzar a pie el continente blanco desde el mar de Weddell hasta el de Ross, pasando por el Polo Sur. Una travesía de 3.300 km. Nadie jamás lo había hecho antes, así que reclutó a 27 hombres y 68 perros con los que pasaría una temporada en el hielo. El Endurance era el encargado de llevarlos hasta el punto de partida. La expedición se convirtió en un fracaso cuando el barco quedó atrapado entre los hielos del mar de Weddell y acabó destrozado por la presión.

Tras el naufragio del Endurance Shackleton dirigió a sus hombres por el hielo en botes salvavidas hasta la Isla Elefante, donde la gran mayoría sobrevivió meses alimentándose de focas y pingüinos. Shackleton sabía que nadie iría a buscarlos, por lo que decidió dejar a 22 de sus hombres esperando en la Isla Elefante y partir con el resto de sus marineros en un bote salvavidas rumbo a las islas Georgias del Sur en una épica gesta en busca de ayuda.

Diecisiete días y 1.300 kilómetros después, llegaron a un centro ballenero y, cuatro meses después, regresaron a la isla para rescatar con vida a los 22 compañeros que se habían quedado atrás. Todos regresaron con vida.

Científicos de todo el mundo celebran el descubrimiento

Ahora, la comunidad internacional celebra el hallazgo del barco. "Lo encontraron bastante completo, es un monumento histórico. Los británicos estuvieron bastante interesados en encontrarlo, porque de alguna manera es un barco emblemático", señala Juan Manuel Lirio, geólogo del Instituto Antártico Argentino. "Se comienza a cerrar uno de los grandes misterios de la historia antártica vinculados al periodo de exploración heroica del territorio austral", indica Mario Leppe, director del Instituto Antártico Chileno (INACH) .

“Se buscan hombres para un viaje peligroso. Paga reducida. Frío intenso. Largos meses en la más completa oscuridad. Peligro constante. Es dudoso que puedan regresar a salvo. En caso de éxito, recibirán honores y reconocimiento”. Se dice, pero no se confirma, que con este anuncio en el periódico comenzó la aventura polar del explorador Ernest Shackleton en la Antártida. Gracias a él reclutó a la tripulación y hoy, más de cien años después del naufragio, se han encontrado los restos del que fue y es un legendario barco de exploración.