Las consecuencias derivadas por las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y por la Unión Europea comienzan a hacer efecto en nuestro país. Como respuesta al veto aéreo de los 27 Estados miembros de la Unión a Rusia, Vladimir Putin ha decidido hacer lo mismo, por lo que esta primera decisión también afecta a España.

Sin embargo, no es la primera consecuencia para la economía española desde que comenzara la ofensiva rusa en suelo ucraniano, ya que el IBEX 35 experimentó durante varios días consecutivos descensos de entre un 4,1% y un 8%. Por otra parte, se ha registrado el incremento de los precios de varios productos que España importa de ambos países. El aceite de girasol y el cereal son los primeros productos que aumentaran de precios.

Rusia produce el 30% del trigo a nivel global, y Ucrania es el primer proveedor de maíz de España, el cuarto abastecedor de trigo y el primer suministrador de girasol, por lo que las consecuencias más inmediatas del conflicto que mantienen ambos países se notarán en nuestros bolsillos. También sucede lo mismo con otros productos como el petróleo, y con artículos de lujo como el oro, que la semana pasada registró una subida del 28.50% en su precio.

No sucede lo mismo con el gas. Según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) en noviembre de 2021, el 10,7% de las importaciones de gas natural a España procedían de Rusia, frente al 35% que llegan de Argelia. En el caso de nuestro país, y a diferencia de otros países de la Unión, España tiene en Argelia su principal proveedor de gas y no depende tanto del gas ruso como otros países europeos.

Madrid y las ciudades costeras, damnificadas por el veto ruso

Con respecto a los sectores profesionales que se verán afectados por el veto ruso, el primero de ellos será el turismo. El año pasado, en plena pandemia por coronavirus y con restricciones,  llegaron a nuestro país 134 mil turistas rusos, según los datos ofrecidos por el informe Movimientos Turísticos en Fronteras elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Fue en 2013 cuando se registró un mayor dato de turistas procedentes de este país, año en el que llegaron más de 1,5 millones de personas con nacionalidad rusa.

Según datos de la plataforma tecnológica Mabrian Technologies, además de Madrid, algunos de los principales destinos turísticos son ciudades españolas situadas en la costa, como es el caso de Barcelona, Alicante, Málaga y Valencia, además de las ciudades insulares de Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife.

Comercio y ocio, los otros sectores afectados

No solo el turismo es el principal sector afectado. Según el último informe elaborado por la web oficial 'Tourspain' en el año 2020, pese al comienzo de la pandemia por COVID-19, un total de 156 mil turistas rusos visitaron nuestro país, y gastaron una media de 201 millones de euros. Un dinero invertido en estancia en hoteles, visitas culturales y en compras. Una cifra que el pasado año subió hasta los 228 millones de euros.

Con respecto al dinero invertido en compras, los turistas rusos también invierten en la compra de artículos de lujo, como los relativos a la joyería y a la bisutería. También al comercio textil y al sector automovilístico. Entre los productos más exportados a Rusia, tal y como recoge el informe de ICEX, destacan prendas de vestir de punto y no de punto, vehículos automóviles, maquinaria y aparatos mecánicos, conservas de verdura o fruta.

Plan Nacional de Respuesta

El mismo informe recoge que en 2020, Rusia fue el 26º mercado de España y el 24º suministrador a nuestro país, y que la balanza comercial arroja un déficit comercial para España por la adquisición de hidrocaruburos.

Ante esta situación el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró en su comparecencia en el Congreso de los Diputados para informar de la elaboración de un Plan Nacional de Respuesta que permita crear un pacto de rentas con el objetivo de proporcionar estabilidad desde la perspectiva de los costes salariales y los beneficios empresariales; la protección de las familias más vulnerables y de los sectores más afectados, como el turístico y el agrícola.

Por otro lado, el Gobierno ha anunciado la aprobación y puesta en marcha del mecanismo RED de flexibilidad y estabilización el empleo, para amortiguar los efectos que pueda tener el conflicto entre Rusia y Ucrania en la economía española.