Tanto las tarjetas de crédito como las de débito, cumplen con las mismas funciones. Ambas son emitidas por las entidades financieras y se utilizan como medio de pago, aunque la forma de realizar las operaciones financieras correspondientes no es la misma.

Con las tarjetas de débito, sólo se permite gastar el dinero que tiene el titular en su cuenta bancaria, de forma que el importe se carga en la cuenta bancaria del titular. Por su parte, en las tarjetas de crédito, el banco pone a disposición del titular de la cuenta bancaria una cantidad de dinero a crédito, cuya cantidad límite se asigna por la entidad bancaria. Éste crédito se puede devolver en diferentes plazos, ya sea a fin de mes, mediante porcentaje o cuota fija.

En resumen, la principal ventaja que tienen las tarjetas de débito es que no se acumula deuda, a diferencia de lo que ocurre con las de crédito. Otro beneficio hace referencia al cobro de comisiones. Mientras que con una tarjeta de débito, no se paga ninguna comisión por retirar dinero efectivo del cajero, en el caso de hacerlo con la de crédito, es posible que el banco te cobre intereses.

"Si usa la información de forma fraudulenta, está robando dinero"

Sin embargo, por cuestiones de seguridad, las tarjetas de crédito presentan más ventajas que las tarjetas de débito. Así lo aseguró el experto en tarjetas bancarias de 'LendingTree', Matt Schulz, en declaraciones realizadas a la cadena de televisión 'CNBC'. "Si una persona obtiene información sobre su tarjeta de débito y la usa de forma fraudulenta, está robando dinero de una cuenta real".

En el caso de las tarjetas de crédito. Si se produce un robo de información con una tarjeta de crédito, en realidad "no se saca el dinero directamente de la cuenta", sino que aparece como "un cargo en la misma". Hay que reclamar y denunciar. Además, el emisor de la tarjeta investiga y puede eximir cuando se descubre si es fraudulento.

Mecanismos de seguridad para impedir su uso fraudulento

A día de hoy, las tarjetas cuentan con diferentes mecanismos de seguridad, como los códigos CVV, CVV2 y CSC. Éstos están incluidos en la tarjetas y se solicitan en diferentes operaciones financieras, como por ejemplo, los pagos por compras realizadas a través de Internet. 

La función que realizan estos mecanismos es asegurar que la persona que realiza compras con la tarjeta es el titular de la misma. Además, sirven para evitar el robo de identidad y el fraude en compras online, y en ningún caso la enumeración queda guardada en la nube. En el caso de las tarjetas de débito, el código utilizado es el CSC (Card Security Code) y consta de tres números.