Sergio Matarella asumirá la presidencia de Italia por más de 7 años, mandato que finalizó en febrero, trans haber acordado el resto de formaciones políticas es el mejor preparado. Hasta hace unos días, Silvio Berlusconi volvió a intentar acceder por tercera vez al poder, pero el día 22 tuvo que renunciar a su sueño de ser presidente de la República. Silvio fue presidente del Consejo de Ministros de Italia en tres ocasiones (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011).

Berlusconi lo intentó hasta el final, compró publicad en los medios tradicionales, les recordó a los diputados sus fiestas, pero la derecha, a través de su partido Forza Italia, le hizo saber que no iba a alcanzar los 505 votos que necesitaba para poder ser elegido en el cuarto escrutinio.

Matarella, mismo presidente

Sergio Matarella es un veterano político, no sólo por sus 80 años, sino por la experiencia que atesora. Ha logrado el consenso y será en la octava votación cuando sea reelegido. A pesar de sus deseos de retirarse de la política activa.

La séptima votación del proceso concluyó sin acuerdo: Mattarella recibió 387 papeletas, mientras que hubo 60 en blanco y 380 abstenciones. El quórum necesario es 505 votos, mayoría absoluta de 1.009 electores que tienen derecho a participar.

Tras no encontrar un político que destaque, han sido los partidos los que han apostado por el consenso para desbloquear el país. Será el segundo presidente de Italia que repite en el cargo, igual que Giorgio Napolitano, su predecesor, que se encontró en una situación casi idéntica hace nueve años.

Con esta continuidad de Mattarella, seguirá en el cargo Mario Draghi, economista, presidente del Consejo de Ministros, para terminar las reformas en las que ha embarcado al país, y recibir los 200.000 millones de euros que la Unión Europea ha asignado a Italia para la Recuperación tras la pandemia.

El Partido Democrático siempre apostó por Mattarella y gran parte de la derecha también, no así la coalición de derechas de Forza Italia, Liga y Hermanos de Italia, liderados por Matteo Salvini, que no sale muy bien parado, y las críticas entre los suyos ya no son disimuladas.