Han pasado ya nueve días y no hay indicios de dónde puede estar. La pista de Esther López se pierde en un bar de Traspinedo, donde acudió a ver un partido de fútbol el 12 de enero con dos supuestos amigos.

El rastro de Esther se perdió en la noche del 12 al 13 de enero, cerca del cruce del restaurante La Maña, lugar que ha sido rastreado por la Policía y Guardia Civil. Tras no ponerse en contacto con sus padres, como siempre solía hacer si iba a estar un tiempo fuera, o llegar tarde, éstos decidieron denunciar la desaparición.

La hipótesis de la Guardia Civil

El padre de la joven declaró que para ella su teléfono móvil era sagrado, dato que ha elevado el temor de la Guardia Civil a una desaparición no voluntaria, según informa Diario de Valladolid, ya que desde esa misma noche el teléfono está desconectado.

"El móvil y ella eran inseparables. Cuando no me empezó a llamar, no me gustó nada. Porque otras veces, aunque no tuviera el móvil, me llamaba con el de un compañero, pero esta vez nada. Ya no me dio buena espina esto", subraya el padre de Esther.

El miércoles se desplegaron perros especialistas en rastreo y ayer un helicóptero para buscar por la zona. Por ahora no ha trascendido el motivo por el que los agentes se centran especialmente en el perímetro de La Maña. Podría ser el punto de desconexión del teléfono móvil.

La plataforma SOSDesaparecidos alertó a través de sus redes sociales de que en el momento de su desaparición vestía un vaquero negro y una cazadora de lana. Esther tiene 35 años mide 1.65 centímetros, tiene el pelo largo y castaño y los ojos marrones. En el cartel de la desaparición se facilitan dos números de teléfono por si alguien tiene información sobre Esther: 642.650.775 / 649.952.957.

La última vez que se vio a Esther

Acudió el día 12 a ver el partido del Real Madrid y el FC Barcelona, semifinal de la Supercopa de España, al bar James Dean y posteriormente al bar El Castillo. Al terminar el encuentro, pasadas las 22 horas (ya que hubo prórroga), se marchó en coche con un amigo y se le perdió el rastro en la zona de la urbanización El Romeral con el restaurante La Maña, cerca de la N-122, que comunica la localidad de Traspinedo y la capital, Valladolid.