El primer caso de la variante Ómicron del coronavirus se detectó en Botsuana el pasado 9 de noviembre de 2021 a partir de una muestra recogida por la Red para la Vigilancia Genómica en Sudáfrica. Desde entonces, la cepa se ha convertido en la protagonista absoluta del escenario pandémico. Sanidad notificó el jueves 161.688 nuevos casos de contagios de COVID, el récord absoluto diario de toda la pandemia del coronavirus en España

Los primeros estudios han aportado datos sobre cómo afecta Ómicron a los contagiados. De hecho, han aparecido seis nuevos síntomas.

Síntomas de Ómicron

Hasta el momento, los expertos habían identificado ocho síntomas para saber si estás contagiado por Ómicron: irritación de garganta, secreción nasal, fatiga, estornudos, lumbalgia, dolor de cabeza, sudores nocturnos y dolores musculares. Uno de los cambios más significativos respecto a otras variantes es: la pérdida del olfato. Mientras que en las olas anteriores se daba hasta en un 70% de los pacientes, ahora este síntoma es muy poco frecuente o nulo.

En cambio, sí que está provocando nuevos síntomas entre los contagiados como son: conjuntivitis, náuseas, pérdida de cabello, tos persistente, fiebre y ligera pérdida del olfato y el gusto.

¿Cuánto duran los síntomas?

La duración de los síntomas dependerá de si la persona está vacunada o no. La Organización Mundial de la Salud (OMS) espera que se produzcan "casos e infecciones en las personas vacunadas", ya que las vacunas "ofrecen cierta protección contra la enfermedad grave y la muerte". Debido a esta protección, los expertos señalan que las personas vacunadas contra el coronavirus suelen mostrar síntomas durante cuatro o cinco días. Mientras que los no vacunados suelen mostrar los síntomas durante una semana, aunque la tos, el cansancio y la debilidad pueden durar dos o cuatro semanas más.

¿Son fiables los test con Ómicron?

A diferencia de con otras variantes, los contagiados por Ómicron no muestran su punto máximo de carga viral hasta 2 o 3 días después de sufrir los primeros síntomas. Este es el motivo principal por el que se están produciendo muchos falsos negativos en los test de COVID, ya que la sensibilidad de estas pruebas no son capaces de detectar cargas virales bajas.