El lotero que se jubiló el 6 de diciembre y repartió el Gordo
Javier García Moya fue dueño durante 25 años de la administración que ha vendido ‘El Gordo’. “Tenía el presentimiento de que me iba por la puerta grande”.
En todas las ediciones de la lotería de Navidad el sorteo deja alguna historia para contar. En la mayoría de ocasiones son los propios acertantes los que más felices se muestran: pasaban malos momentos económicos o han comprado décimos junto a sus familias y amigos y ahora comparten el premio con sus seres queridos. Pero en esta ocasión la historia viene desde el otro lado de la ventanilla.
Javier García Moya ha sido el propietario y lotero de la administración Estación de Atocha (Zona AVE) L-3 durante los últimos 25 años. Como la lotería, la vida está llena de casualidades y el pasado 6 de diciembre Javier decidió jubilarse, justo a las puertas del sorteo de Navidad. Su administración, o la que hasta hace unos días lo era, ha vendido 129 series del primer premio, 400.000 euros por décimo. Marcharse y besar el santo.
El premio más viajero
Tan pronto como ha salido ‘El Gordo’, García se ha acercado a la administración para felicitar al nuevo dueño: “Es una historia muy curiosa porque tenía esta administración hace 25 años y se la di a otro hace 10 días. He venido a alegrarme por el nuevo dueño”, ha indicado a los muchos medios presentes. Vendió mucho en ventanilla antes de jubilarse. Al ser una administración ubicada en Atocha, este ’Gordo’ es uno de los más viajeros de la historia. “Me imagino que por estar el AVE aquí, habrá viajado por toda España”.
García deja la lotería, pero también dejó en su administración miles de euros que se repartirán por todo el país. “Mi corazón está en esta administración y es la mejor despedida que puedo tener”, indicaba el antiguo lotero. Lo tenía claro: "Tenía el presentimiento de que me iba por la puerta grande”.
540 millones de euros repartidos
Javier Moñino, uno de los empleados de la administración comenzó a trabajar allí hace un año. Esta mañana, ante los medios de comunicación, ha afirmado que ha vendido numerosos décimos del primer premio y que se siente “totalmente abrumado”. “Estoy muy emocionado, sé que no lo parece. Pero esto es lo mejor que le puede pasar a un lotero”.
El número premiado con 400.000 euros por décimo, el 86148, era uno de los números que le correspondía a la administración por Navidad, según ha explicado García. Ninguna empresa o grupo había comprado el número, por lo que se ha vendido íntegramente en ventanilla. No es la primera vez que da un premio, pues hace cinco años su administración vendió un quinto. Pero ahora ha repartido 540 millones de euros. Definitivamente, marcharse y besar el santo.
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