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¿Cuáles son las comisiones más habituales de los bancos y cómo se pueden evitar?

La mayoría de entidades bancarias suelen cobrar una cantidad extra por prestar sus servicios, aunque muchas se pueden evitar si se cumplen condiciones.

¿Cuáles son las comisiones más habituales de los bancos y cómo se pueden evitar?

Tener una cuenta bancaria, en la mayoría de ocasiones, no es gratis. De hecho, este año prácticamente todas las entidades en España han encarecido el servicio de cuentas. Esto se debe a las denominadas comisiones; es decir, el precio a pagar por los servicios que prestan los bancos. Por ejemplo, entre estos se encuentran la emisión de tarjetas asociadas a la cuenta bancaria, el mantenimiento de esta o el uso de las oficinas.

Abrir una cuenta sin comisiones y pocos requisitos puede provocar un ahorro de más de 240 euros anuales en comisiones, algo que posibilitan entidades como ING (Cuenta sin nómina), Abanca (Cuenta clara Abanca), N26, Liberbank (Cuenta online sin), Openbank (Cuenta corriente Open), BBVA (Cuenta online sin comisiones), Caixabank (Cuenta Imagin) o Bankinter (Cuenta no-nómina al 5% TAE).

¿Cuáles son las comisiones más habituales y cómo evitarlas?

-Comisión de mantenimiento: es la más básica, la que corresponde al hecho de tener abierta una cuenta bancaria. Su coste puede ser de hasta 240 euros anuales y pueden cobrarlo mensual, trimestral, semestral o anualmente. Para evitarla, la mayoría de entidades tienen condiciones, que deben aparecer en el contrato, por las cuales se exime al usuario de este coste. También está siempre la opción de cambiarse a otro banco que no cobre esta comisión.

-Comisión de administración: es el importe que cobra el banco por cada movimiento que se realiza en la cuenta (sacar dinero en efectivo, pagar con tarjeta, pagar un recibo...). Suele rondar los 0,40 o 0,60 euros por operación, por lo que en función de las transacciones que se realicen al mes se pagará más o menos. Sin embargo, las entidades bancarias están dejando de cobrar esta comisión, sobre todo si los movimientos se realizan online en vez de en la oficina.

-Comisión por transferencias: la cantidad que cobra el banco por enviar dinero a otra cuenta. Según el tipo de transferencia, el importe será diferente. Por ejemplo, un traspaso entre cuentas de una misma entidad será siempre gratuito, aunque, si se cumplen las condiciones, también suelen serlo las transferencias a otras entidades nacionales o internacionales dentro de la zona SEPA (zona euro).

Si no se cumplen las condiciones, el coste suele ser de entre 4 y 6 euros por traspaso. Las transferencias internacionales fuera de la zona SEPA o las que superen los 50.000 euros siempre tienen comisiones. El mínimo a pagar supera los 20 euros y suele aplicarse cargando un porcentaje sobre el importe traspasado.

-Comisión de emisión o mantenimiento de las tarjetas: sin importar que sea de débito o de crédito, hay que pagar cada vez que el banco nos entrega una tarjeta y, además, un importe anual por su mantenimiento, que está entre 30 y 50 euros. Evitar este pago pasa por cumplir los requisitos de la cuenta o del programa cero comisiones del banco, que suele consistir en vincular ingresos mensuales (nóminas) o recibos (domiciliar).

-Comisiones por uso de tarjetas en el extranjero: es menos habitual, ya que solo se cobra cuando se usa la tarjeta en otro país que no tenga la misma divisa. Si se paga en un comercio con tarjeta, el banco cobra alrededor de un 3% de lo pagado. Pero si se saca dinero de un cajero en ese país, pueden cobrar varias comisiones a la vez: comisión que aplica el banco (4,5%, mínimo 4 euros), surcharge fee (el importe que cobran los bancos por sacar dinero en una sucursal que no sea de la entidad a la que pertenece la cuenta) y el cambio de divisa (3 euros). Existen tarjetas con condiciones especiales para evitarse estos gastos.

-Comisión por descubierto: es una de las más elevadas. Se paga al quedarse el saldo en negativo, popularmente conocido como 'estar en números rojos'. Se aplica en porcentaje sobre el saldo máximo deudor, aunque el cliente debe pagar un mínimo que el banco establece. De media, suele ser un 4,50%, con un mínimo 15 euros. También se abonarán los intereses de demora.

Además, hay que sumar la comisión por reclamación de posiciones deudoras, o lo que es lo mismo, el coste de que el banco avise al cliente de que está en descubierto. Suele rondar los 35 euros. El cobro no es inmediato, por lo que esta comisión puede evitarse si se paga la deuda a tiempo.

-Comisión por sacar dinero del cajero: Es lo que cobra un banco por retirar dinero en efectivo de un cajero que no pertenece a tu entidad. No obstante, existen bancos que tienen convenios entre ellos para no cobrar esta comisión.

-Comisión por uso de oficinas: es el gasto por realizar una operación en la oficina del banco que pueda realizarse a través de los canales digitales o del cajero, como el ingreso de un cheque, una transferencia o pedir un certificado de titularidad. Suele ser de dos euros por operación, aunque la gente más mayor, ante sus dificultades para usar estos canales, suelen estar exentos de esta comisión gracias al criterio de buenas prácticas establecido por el Banco de España.

En general, todas estas comisiones se pueden evitar, ya que casi todas las entidades bancarias cuentan con un programa cero comisiones, donde evitas pagarlas si cumples con una serie de comisiones. Estas suelen serla domiciliación de ingresos (nómina, pensión, prestación por desempleo...), domiciliación de recibos (luz, agua, alquiler, Internet...), realización de pagos con la tarjeta de débito o crédito y contratación de productos adicionales (seguros, fondos de inversión, préstamos...).