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El primer país de Europa que legaliza el cannabis

El Partido Laborista de Malta ha aprobado un proyecto de ley pionero en el que regula el consumo, cultivo y tenencia de esta droga para fines recreativos.

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El primer país de Europa que legaliza el cannabis.
Toussaint Kluiters REUTERS

Malta se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en legalizar el cultivo y consumo de cannabis con fines recreativos, según ha informado EFE. El proyecto de ley, aprobado gracias a los votos del gobernante Partido Laborista, fue impulsado por Owen Bonnic, parlamentario y actual ministro de Igualdad del archipiélago. "Somos los que crean el cambio", celebró en sus redes sociales el político maltés.

Según ha informado la prensa local, la ley se aprobó en tercera lectura con 36 votos a favor del Partido Laborista del primer ministro Robert Abela y con 27 en contra de la oposición conservadora, el Partido Nacionalista. No obstante, para que entre en vigor debe ser ratificada por George Vella, presidente de la República, aunque la firma se considera únicamente un formalismo.

Malta ya permitía el consumo de cannabis con fines médicos desde 2018, pero ahora se convierte en el impulsor de una ley pionera en la Unión Europea, ya que esta ley legaliza el uso, cultivo y tenencia del cannabis, dentro de ciertos límites, no solo con fines terapéuticos sino también recreativos.

Así, los mayores de edad podrán tener un máximo de 7 gramos de cannabis y derivados psicoactivos (el hachís, por ejemplo). Además, podrán cultivar hasta 4 plantas y se permite tener en casa hasta cincuenta gramos de la hoja de esta planta. Quienes sean 'cazados' con una cantidad de cannabis de entre 7 y 28 gramos solo tendrán que abonar una multa de entre 50 y 100 euros y no tendrán causas penales.

¿Cuáles son las restricciones que establece la ley?

Sin embargo, hay ciertas restricciones. El cannabis, salvo los que tengan prescripción médica, no podrá ser consumido en público. De hacerlo, la multa es de 235 euros y podría subir hasta los 500 euros si se hace delante de menores de edad. Por tanto, solo se podrá consumir en casas privadas o locales habilitados para ello, que serán asociaciones privadas sin ánimo de lucro. Además, estas serán las únicas que puedan vender esta droga.

La ley también regula el funcionamiento de estos establecimientos, que no podrán tener más de 500 miembros y estarán llevadas por gente cuya "buena conducta" sea comprobada, no podrán publicitar sus actividades y tampoco podrán estar ubicadas a menos de 250 metros de una escuela o centro juvenil.

La Iglesia católica, en contra

La mayor oposición de esta ley ha llegado desde las asociaciones católicas, que consideran que tendrá un efecto negativo en la sociedad al producir una "normalización de la droga". Por ello, la archidiócesis maltesa lanzó este martes un comunicado en el que advertía que esta ley "no es progresista" y que la consideran "dañina" para Malta, basándose en la opinión de la psiquiatra Aloisa Camillieri. La Iglesia Católica, junto con 57 organizaciones y grupos de presión, exigió al Parlamento que detuvieran esta ley, pero no consiguieron su propósito.