Un equipo compuesto por miembros de la Guardia Civil y del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) se han visto obligados a abandonar la zona de la erupción de La Palma donde se encontraban trabajando. Los investigadores estaban recopilando datos del volcán cuando se encontraron con que las alarmas de su sistema de detección de gases potencialmente letales se habían disparado.

Este equipo se encontraba dentro de la zona de exclusión, como ha podido verse en un vídeo que fue grabado por la Guardia Civil y posteriormente difundido por el Gobierno canario. En el mismo puede verse a dos científicos de Involcan y a un agente de la Guardia Civil recopilando datos protegidos por máscaras antigás.

En el vídeo también puede verse cómo hay cadáveres de varios animales de pequeño tamaño, entre los que se encuentra un ave rapaz, en el suelo cubierto de ceniza. En ese momento fue cuando saltaron las alarmas y uno de los guardias avisó al resto de que estaban en una zona con emanaciones potencialmente letales.

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La erupción más larga de la historia de La Palma

La erupción del volcán de La Palma ha alcanzado ya los 84 días de erupción, igualando la más larga de la historia de la isla, la del volcán Tehuya en 1585. Los expertos han señalado que aunque la sismicidad sea baja, la erupción seguirá mientras siga habiendo tremor y emisión de dióxido de azufre. Por tanto, hasta que estos valores no se acerquen a cero no se dará por concluida la erupción.

Además, la altura del penacho volcánico ha sido de 2.000 metros y se dirige hacia el oeste, lo que facilita la operatividad aeronáutica. Desde que se iniciara la erupción, se han visto afectadas más de 3.000 construcciones y han sido arrasadas por la lava 1.173 hectáreas, según Copernico, sin contar los terrenos sepultados por la ceniza.