La Alhambra sigue 'aumentando' su colección de monumentos. Los trabajos de excavación arqueológica que se están llevando a cabo en el jardín de la Alamedilla han descubierto una estructura palatina desconocida hasta ahora. En concreto, se trata de los restos de un amplio edificio cuya superficie habría sido de unos 440 metros cuadrados.

Este edificio habría estado articulado en torno a la alberca que se descubrió en 1950 cuando Francisco Prieto Moreno era el arquitecto conservador de este conjunto arquitectónico. Rocío Díaz, directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, ha visitado esta semana este lugar junto a Antonio Peral, el actual arquitecto conservador. Según informó el lunes tras su visita, han descubierto al menos cuatro crujías, denominación de los pasillos de un edificio que dan acceso a estancias situadas a ambos lados.

Además, la vivienda habría tenido probablemente un baño o hammam propio. "De momento es una hipótesis de trabajo que, de confirmarse, posiblemente nos hablaría de una casa-palacio perteneciente a una etapa cronológica temprana de la dinastía nazaría", explicó la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife.

La investigación se centrará ahora en estudiar los materiales aparecidos durante la excavación y en finalizar los tres sondeos planteados, lo que ofrecerá más datos de esta estructura doméstica. La existencia de un edificio como este, ubicado en la zona intermedia de la Alhambra sobre la que se fueron levantando los principales ámbitos palatinos a lo largo del siglo XIV, podría permitir conocer mejor cómo se urbanizó el recinto.

Una inversión importante

El Patronato comenzó estas obras de excavación en octubre llevando a cabo sondeos en el jardín de Alamedilla. El objetivo de estas excavaciones era conocer lo que había en el subsuelo, las posibles cotas de afección arqueológica y cómo se construyó la casa nazarí que estaba ubicada en torno a la alberca que se había descubierto hace 70 años.

En total, las obras han tenido un coste de más de 60.000 euros y abarcan 130 metros cúbicos. La edificación se sitúa cerca de la calle real, entre la iglesia de Santa María de la Alhambra y la trasera del baño de la mezquita y la vivienda nazarí contigua, lugar donde se hallaba la Taberna del Polinario y que hoy es la sede del legado del músico local Ángel Barrios.

Los restos arqueológicos descubiertos en 1950 eran los únicos datos que se tenían sobre las actuaciones realizadas en el jardín, según ha explicado el Patronato. Algunos de estos restos se restauraron, como la gran alberca rectangular, un silo pequeño excavado en la roca y unas piletas. Por último, los muros perimetrales que delimitan el terreno con el callejón de la Sacristía de la iglesia y con el callejón del Guindo denotan añadidos y diferentes transformaciones.