Major night, o alcalde de noche, una figura política que se dedica a mediar entre los posibles conflictos que pueden surgir entre los empresarios de la noche, bares, discotecas, restaurantes, con vecinos y clientes, y que la ciudad de Barcelona se está planteando incorporar al consistorio.

Ciudades como Nueva York, Londres, Amsterdam, Berlín, Tokyo, Sydney, Washington o Rotterdam ya cuentan con un representante de los ayuntamientos que se dedican a evitar problemas y pensar en el interés de vecinos, ciudadanos y clientes.

El ejemplo de Amsterdam

En Amsterdam el alcalde de noche es Ramon de Lima, quien escucha a todos los agentes implicados en la noche, una voz que debe ser escuchada. Su trabajo anterior como productor musical y periodista le ha servido para el puesto que va más allá de abrir o cerrar locales, sino escuchar a los jóvenes, los empresarios, los vecinos y también a la policía, quien va a velar por la diversión de unos y el descanso de otros.

El ejemplo de Washington

En la sede del Gobierno de Estados Unidos hay una oficina nocturna incluso. Entre sus funciones, servir como intermediario entre los establecimientos de vida nocturna, los residentes y el gobierno del Distrito; promover una economía nocturna segura, económica y culturalmente vibrante; involucrar a las partes interesadas de la vida nocturna mediante la realización de actividades de divulgación y la prestación de asistencia; resolver problemas nocturnos colaborando con las agencias del gobierno del Distrito, y educar a los establecimientos de vida nocturna sobre las políticas y regulaciones existentes del distrito a través de capacitaciones trimestrales.

El caso de Londres es mucho más activo, el puesto es de Amy Lamé, y ha creado las Night Surgeries, reunione en las que habla directamente con los londinenses sobre su experiencia con la noche de la capital británica. Además, visita a residentes, empresarios y trabajadores nocturnos, y recorre las calles y los transportes públicos a menudo conocer de primera mano sus puntos de vista sobre la vida nocturna londinense.

En Alemania el primer alcalde de noche se creó en la ciudad de Mannheim, y el cargo fue para un estudiante universitario de 29 años. La ciudad cuenta con cerca de 300.000 habitantes, y como ciudad universitaria tiene una población oscilante de 26.000 estudiantes que animan la vida nocturna del centro, en la que hace tres años (antes de la pandemia) había unos 120 bares y discotecas.

En Nueva York el cargo es para la propietaria de un club nocturno, Ariel Palitz, quien define su trabajo como "una parte de un movimiento superior que implica gestionar la economía y la cultura asociada a la vida nocturna neoyorquina tan bien como se hace con la diurna". En su último informe, afectado los dos últimos años por la pandemia, destacan las medidas para la reapertura, la legislación, y cómo afrontar el reto de recuperar el sector. Hace dos días presentaron los eventos de Nochevieja (y la legislación que hay que cumplir) y la posibilidad de que toda la ciudad esté abierta de noche.

Entre sus actividades, implementar el programa de embajadores callejeros, implementar una política para mejorar las condiciones que causan quejas de los nuevos desarrollos residenciales cerca de los lugares de fiesta; crear incentivos para la insonorización; introducir servicios de eliminación de desechos los domingos para abordar la actividad de la vida nocturna de los sábados; coordinar la recogida de vehículos de alquiler en las zonas de ocio nocturno; permitir el uso las 24 horas en vecindarios seleccionados; explorar la dedicación de los activos de la ciudad a nuevos espacios culturales y actividades, promover y preservar la historia cultural de la vida nocturna de Nueva York.