La bautizada hucha de las pensiones es como se conoce al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. La recaudación de este fondo proviene de parte del sueldo de personas activas en calidad de empleados, y las tasas de autónomos que se retiran mes a mes. Este fondo aparece en el año 2000 para encontrar un colchón económico para el sistema de pensiones, y hacerlo mediante el excedente de la recaudación procedente del medio laboral. La teoría es fácil, el dinero que no es necesario en el mismo momento, se guarda en un fondo para ocasiones donde se convierta en imprescindible retirarlo para garantizar el ciclo económico.

Entre el año 2000 y el 2011 se realizaron las primeras contribuciones a la llamada hucha de pensiones, hasta llegar a un pico máximo de dinero acumulado de 67.000 millones de euros, una cifra que se ha visto reducida de manera progresiva por el impacto a la gestión pública de la pasada crisis económica. Tal fue el impacto de este bache económico, que no quedó más remedio que recurrir a este fondo, convirtiéndolo así en el elemento fundamental con el que poder garantizar la viabilidad en términos financieros del sistema de pensiones.

¿Cuánto dinero queda?

Cuando se dice que este fondo público ha sido vaciado notablemente no se exagera, se ha pasado de ese pico máximo de 67.000 millones a los 2.138 millones contabilizados en la última actualización de datos que se realizó con el motivo del cambio de año. Esta hucha de pensiones ha sido un lugar habitual del que se ha retirado dinero desde que se convirtiera en algo necesario allá por el año 2011, aunque existen varios organismos destinados a realizar una transición generacional que garantice las pensiones y unos beneficios equitativos entre los ciudadanos que poco a poco comiencen su etapa de jubilación con respecto a los que llevan años disfrutando de esta.

¿Para qué sirve?

Este fondo no tiene un uso particular, y se puede utilizar para garantizar cualquier tipo de prestación relativa a las competencias de la Seguridad Social. Eso ha hecho que los diferentes gobiernos hayan empleado la hucha de las pensiones en repetidas ocasiones, siendo esta una forma sustancial de llevar a cabo muchos de los pagos acordados para los contribuyentes, como por ejemplo los casos de las pensiones de viudedad y de jubilación.

De forma notable y sustancial, se ha hecho uso del dinero del fondo para financiar las pagas extraordinarias de Navidad a los pensionistas durante los últimos años. El pago extra de Navidad es uno de los momentos del año más complicados con relación a este vaciado de la hucha. Se supone que el sistema debe tener disponibles en torno a 19.000 millones de euros para este pago a la hora de completar los pagos.

¿Qué pasaría si el fondo se agota?

Aunque la hucha de las pensiones es un instrumento recurrente en casos de crisis, lo cierto es que la Administración pública tiene su propio modelo de financiación independiente a este dinero. Así, la Seguridad Social se financia gracias a las cotizaciones de todo tipo de trabajadores, basada en un modelo intergeneracional que interviene de forma solidaria a medio y largo plazo.

Es decir, la contribución previa de las personas ya jubiladas los autoriza a recibir la pensión correspondiente a sus condiciones previas, pero estas personas no reciben el dinero con el que ellos contribuyeron en un pasado, sino que se pagan con las cotizaciones de los trabajadores activos en la actualidad.