Siempre son trágicas las noticias de tiburones. Ataques, mordidas, encuentros inesperados o incluso apariciones de escualos en playas suelen traer consecuencias negativas y miedo. Pero ahora se ha demostrado que un ataque de tiburón a un humano puede ser fruto de un simple error.

La Universidad Macquaire ha probado una simulación de la visión de un tiburón en los patrones de natación de humanos, focas y leones marinos. Los resultados del estudio evidencian que los modos de nadar de los humanos no son tan diferentes del de estos dos animales, o al menos no lo son para los tiburones.

"Descubrimos que los surfistas, nadadores y pinnípedos (focas y leones marinos) en la superficie del océano son indistinguibles para un tiburón blanco mirando hacia arriba desde abajo, porque estos tiburones no pueden ver los detalles ni los colores", señala Laur Ryan, investigadora posdoctoral en sistemas sensoriales animales en el Laboratorio de Neurobiología de la Universidad Macquarie.

Proteger a los bañistas de las confusiones de los tiburones

El estudio se ha desarrollado con el objetivo de desarrollar dispositivos no invasivos que protejan a los nadadores de las mordeduras de los tiburones y comprender por qué ciertos tiburones atacan a los humanos. Para ello, los investigadores compararon vídeos submarinos de flotadores rectangulares y los de humanos remando en tablas de surf con otros vídeos de focas y leones marinos nadando.

"Conectamos una GoPro a un scooter submarino y lo configuramos para que se desplazara a la velocidad de crucero típica de los tiburones depredadores", señala Ryan, que indica que para un tiburón blanco juvenil, cuando los humanos nadan y reman en tablas de surf, se parecen mucho a las focas y los leones marinos.

Los métodos de prevención “amenazan” la vida marina

Además, el estudio argumenta que es probable que la mayoría de los tiburones sean completamente daltónicos, y la principal señal visual de los tiburones blancos es la forma de la silueta, por lo que es poco probable que los colores en las tablas y los trajes de neopreno cambien las impresiones de los tiburones sobre los humanos flotantes.

En todo caso, el estudio advierte que los tiburones se encuentran en peligro de extinción y que las medidas desarrolladas hasta el momento para evitar mordeduras son agresivas. “Si bien los tiburones pueden ser peligrosos, también están en peligro de extinción; y nuestro miedo a los tiburones, a pesar de la baja probabilidad de mordeduras, ha llevado a métodos de prevención como redes para tiburones y líneas de tambor que amenazan aún más la vida marina”, concluye la investigación.