El lugar más frío del mundo está en Alemania, pero en un laboratorio. Según una investigación publicada en la revista científica Physical Review Letters, mientras se investigaban las propiedades de onda de los átomos, se creó durante unos segundos uno de los "lugares más fríos del universo" en el Centro de Tecnología Espacial Aplicada y Microgravedad (ZARM) de la Universidad de Bremen.

Sin embargo, el registro de temperatura cercano al cero absoluto no se puede medir con un termómetro, sino que resulta del movimiento extremadamente lento de los átomos observados en un gas ultrafrío: un condensado de Bose - Einstein (BEK), que es el estado de la materia a temperaturas cercanas al cero absoluto.

Qué es el cero absoluto

Lo más frío que puede alcanzar una sustancia es cuando se detiene todo movimiento molecular. Esto ocurre a -273,15 °C, también conocido como cero absoluto, o 0 grados en la escala Kelvin.

Con la ayuda de un sistema de lentes de ondas de materia recientemente desarrollado, el movimiento pudo reducirse de una manera sin precedentes y esto podría demostrarse observando el BEK durante hasta dos segundos en caída libre en la torre de caída de Bremen.

El récord de frío

Con el sistema de lentes de ondas de materia fue posible reducir la energía cinética interna de un BEK con 100.000 átomos más que nunca. Esto significa que el movimiento de los átomos dentro del BEK podría ralentizarse de modo que se alcanzara una temperatura efectiva de 38 picokelvin por encima del cero absoluto.

Esos picokelvin son 38 billonésimas de grado por encima de los -273 grados Celsius, un récord negativo absoluto. Además, las simulaciones por computadora indican que el BEK teóricamente puede mantenerse durante 17 segundos en ingravidez con la ayuda del sistema de lentes de ondas de materia, el requisito previo para futuras mediciones de la más alta precisión en ingravidez prolongada, por ejemplo, en un satélite.