La vacunación contra la COVID-19 en España continúa a buen ritmo, después de los problemas iniciales en la campaña de vacunación. En total son ya más 37 millones de personas que han recibido al menos una de las dosis, lo que representa un 79,6% sobre el total de la población. Y los datos de personas que han recibido la pauta completa rondan cifras similares: un 77,7% de la población, 36.867.685 personas.

Pese a ello, todavía queda un 30% restante de población que está sin vacunar contra la COVID. Un hecho que preocupa a la viróloga del CSIC, Margarita del Val, una de las expertas que desde que comenzara la pandemia saltó a la palestra para informar sobre el coronavirus. Pese a la reducción paulatina de los contagios hasta descender a riesgo bajo por primera vez en más de un año, Del Val aboga por seguir manteniendo la precaución.

"No estamos al final de la pandemia, sino al final del verano y el principio del otoño. El año pasado por estas fechas también estábamos en el punto más bajo entre el pico de ambas estaciones. Tenemos que dejar de fijarnos en la incidencia, lo importante son los casos graves y las personas que están vacunadas. Hay gente que está sin vacunar y el virus sigue circulando, estas personas tienen el mismo riesgo que hace un año, los vacunados estamos en una situación más favorable", explica la viróloga al programa Despierta Andalucía.

Población sin vacunar

Respecto a este grupo de gente, la experta se muestra más preocupada por aquellos no vacunados que superan los 60 años de edad, pues "la mayoría de fallecidos han sido por encima de esa cifra. Si hay alguien mayor de 60 años que no se ha vacunado por recelo a la vacuna, que le tenga más miedo al virus, que cree que tiene muchas enfermedades, que le tenga más miedo al virus y que se vacune. Que pida ayuda a alguien para que se vacune. Va a ser peor el virus, está aquí para quedarse".

Por tanto, muestra una posición tajante frente a ellas: "Las personas que no están vacunadas deben darse cuenta de que deben aislarse o vacunarse, si no, están creando un problema", asegura. Por otro lado, respecto a los datos de contagios, asegura que han pasado a un segundo plano como indicador, y ahora el que debe preocupar es el de los casos más graves. "Los que no están vacunados entrarán en estos grupos con mayor probabilidad. Es probable que con el otoño haya una sexta ola". Pero, asegura, no será como las previas. "La ola realmente importante es la de los casos graves. Todos los virus respiratorios se contagian más cuando cambiamos nuestro comportamiento con las estaciones".

Finalizando sobre la vacunación, asegura que el éxito de España reside en haber vacunado a la gran mayoría de población más vulnerable. "El éxito en España es que los grupos de riesgo están totalmente vacunados. Por ahí debemos seguir. Lo que condiciona la vuelta a la normalidad de toda la población es que haya demasiadas personas de riesgo que no están vacunadas".

No es el fin de la pandemia

La experta, en una entrevista con Canarias7, advierte de nuevo que el virus "se quedará con nosotros, de forma más suave que la gripe. Nos infectaremos todos y lo ideal es que nos pille vacunados, porque será como si nos hemos infectado de niños: estaremos inmunizados".

Respecto al posible fin de la mascarilla, Del Val considera que finalmente será cada uno el que regule su uso una vez estén más relajadas las medidas. Si vas a una reunión y estás tosiendo, te la pondrás. Ahora tenemos que ir a una cultura del aire limpio. La higiene, los antibióticos y las vacunas son las herramientas para luchar contra las enfermedades infecciosas".

Descarta la tercera dosis

Otro de los focos de interés a nivel mundial es la necesidad o no de una tercera dosis contra la COVID. En su opinión, considera que no hay razones para "hipervacunar a la población europea". En cambio, se muestra a favor de proteger al resto del planeta con estas vacunas.

"Se tiene que administrar la tercera dosis a quien la necesite, como aquellos que no responden bien a la vacuna, pero no a toda la sociedad". Por último, sobre la vacunación a los menores, apuesta por hacerlo solo con aquellos con inmunodeficiencia, pues "aunque esté aprobada, el beneficio es mínimo porque el riesgo de contagio es mínimo".