Reino Unido, con problemas de combustible y trabajo tras el Brexit
La salida de Reino Unido de la Unión Europea, junto con la llegada de la pandemia, ha generado una importante demanda de trabajo que no alcanza a cubrir.
El paso dado por Reino Unido de dejar de pertenecer a la Unión Europea, algo que se vino a conocer como Brexit, está afectando de lleno a las islas británicas. "Este acuerdo permite el inicio de una nueva relación entre Reino Unido y la UE. La que siempre hemos querido: una relación comercial y económica próspera entre un Reino Unido soberano y nuestros socios y amigos europeos", decía el pasado mes de diciembre un portavoz del Ejecutivo de Boris Johnson tras hacerse oficial el acuerdo para la salida.
La realidad, menos de un año después, es más complicada desde el punto de vista del empleo. Si en los últimos días son frecuentes las imágenes de conductores agolpándose en las gasolineras del país ante el temor por la posible falta de combustibles. Y es que, además de una evidente falta de transportistas (que afecta, en menor medida, a Europa), el país cuenta con un déficit de dos millones de trabajadores, revela El Mundo.
La pandemia no ayuda
El Brexit, junto con la pandemia, hicieron que muchos de los extranjeros que estaban destinados allí hicieron que se lo pensaran y regresaran a sus países de origen o un nuevo destino. Tras la salida de la UE, no es posible que un nuevo trabajador extranjero tome el relevo de uno que decidió marcharse. Y esto, a fin de cuentas, está perjudicando en el intento de una recuperación económica tras los primeros meses de pandemia del coronavirus.
Al tratarse de empleos normalmente peor pagados, no se pueden ofrecer altos sueldos con los que atraer el talento de otras partes del mundo, más allá de sus propias fronteras. En la situación actual, un extranjero que no tenga situación de asentado solo podría ser contratado por una empresa británica para vivir allí si se le paga, mínimo, 30.000 euros al año.
Algo que en la práctica resulta casi imposible hacerlo realidad, pues unos empleos destinados hace no mucho a trabajadores del entorno europeo, como en el transporte, la hostelería o el comercio, están lejos de ese nivel de salarios. De acuerdo con un estudio de la Recruiment & Employment Confederation (REC), a día de hoy el país estaría ofertando cerca de dos millones de empleos. Solo en la semana del 13 al 19 de noviembre surgieron más de 200.000.
La crisis del transporte
Son más de 100.000 puestos de trabajo los que se necesitan cubrir en este ámbito. Una falta de trabajadores que ha llevado al país a una de las mayores crisis de combustible en décadas. Y la postura del Gobierno, de no ofrecerle el estatus de trabajo cualificado, tampoco ayuda. Esto podría facilitar el acceso a trabajadores del extranjero.
El informe del REC asegura que en apenas una semana se han publicado más de 7.500 ofertas de empleo para el cargo de transportista, con algunas de ellas superando los 55.000 euros de salario anual. La situación es tal que el Gobierno de Johnson se plantea el uso del Ejército para llevar el combustible de las refinerías hasta las gasolineras, como ya ocurriera en los años 70 tras una huelga en el sector.
"Las ofertas de empleo están aumentando en todas las áreas del Reino Unido. Esas son buenas noticias, y estamos viendo que más empleados comienzan nuevos puestos que nunca, pero la demanda de los empleadores es aún mayor. Existe una posibilidad real ahora de que la escasez de trabajadores disponibles ralentice la recuperación", explica Neil Carberry, director ejecutivo del REC.