VOLCÁN EN LA PALMA

Deflación del volcán de La Palma: qué es, qué significa y cómo afectará a la isla

Se trata de una bajada de presión de la presión en el sistema magmático, pero no significa que el proceso eruptivo del volcán esté finalizando.

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Deflación del volcán de La Palma: qué es, qué significa y cómo afectará a la isla
JON NAZCA REUTERS

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectó el pasado domingo una deflación en el proceso eruptivo que comenzó el pasado 19 de septiembre en Cumbre Vieja, La Palma. En su página web, precisó que durante las últimas 24 horas se registró una escasa sismicidad en la zona eruptiva, con únicamente un terremoto localizado a las 21:03 horas de magnitud 2,5 (mbLg).

Sin embargo, a lo largo de la madrugada, entre las 04:00 y las 07:00 horas, tuvo lugar un enjambre sísmico en la zona con 16 terremotos localizados entre los 7 y 14 kilómetros de profundidad. El seísmo de mayor magnitud ocurrió a las 06:05 horas, de magnitud 3,2 (mbLg).

No significa que la erupción esté cerca de terminar

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) también confirmó que la deformación registrada por la red geodésica canaria en mostraba un proceso de deflación, “que indicaría una disminución de la presión en el sistema magmático de Cumbre Vieja”. No obstante, aclaró que esto no significa que la erupción esté acabando: “Eso no implica que la erupción se esté acercando a su finalización, se necesitarán más datos y diferentes parámetros para hacer previsiones correctas sobre la evolución a medio plazo de la actividad eruptiva”.

Es importante destacar que el tremor sísmico, las señales sísmicas, así como las deformaciones del terreno son los indicadores más estables en esta fase de deflación. Así, según ha informado Involcan a través de un hilo de Twitter, durante las últimas horas, “el tremor volcánico ha casi desaparecido, así como la actividad explosiva estromboliana”.

Además, dejó de emitir lava y ceniza durante la mañana lunes, aunque comenzó de nuevo con fuerza por la tarde, a la vez que se produjo un desplazamiento del enjambre sísmico hacia el sur de la isla, a profundidades de unos 10 kilómetros, en una ubicación similar a los movimientos que se detectaban una semana antes de la erupción, cerca de Fuencaliente.

Este nuevo comportamiento mostrado por el volcán puede deberse a un cambio en el conducto que lo alimenta que lleve a una disminución del contenido de gas y a un menor aporte del material disponible, según explicó en rueda de prensa la directora del IGN, María José Blanco. No es la primera vez que un volcán de Canarias se pausa y vuelve a erupcionar después, incluso en otro punto más alejado. El precedente más cercano es el del volcán de San Juan, también en La Palma, en 1949.