El pueblo de Canadá que duplicó su población el 11-S
Gander, de 9.000 habitantes, acogió a cerca de 7.000 pasajeros de aviones que fueron desviados el día del atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Este 11 de septiembre de 2021, se cumplen 20 años del atentado terrorista con el mayor número de víctimas de la historia. El ataque al World Trade Center de Nueva York se cobró la vida de casi 3.000 personas después de que aviones Boeing 767 fueran secuestrados y chocasen contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
Curiosamente, a raíz del atentado, un pueblo de Canadá duplicó su población el 11-S. Durante la mañana del 11 de septiembre de 2001, y después de que los aviones impactasen contra las torres, Estados Unidos ordenó el cierre del espacio aéreo y en torno a 200 aviones que se encontraban en el aire tuvieron que aterrizar en aeropuertos de Canadá, según el diario Nius.
Una de esas localidades era Gander, un pueblo de 9.000 habitantes que solía recibir menos de 10 vuelos al día, pero aquel 11 de septiembre aterrizaron 38 aviones comerciales con un total de 7.000 pasajeros procedentes de 95 países diferentes. La localidad solo tenía 500 camas disponibles en sus alojamientos, por lo que muchos pasajeros tuvieron que alojarse en colegios e iglesias, mientras que algunos vecinos ofrecieron sus casas. Otros donaron ropa y se hicieron turnos de comida.
¿Por qué Gander?
Las autoridades decidieron desviar los aviones a localidades más reducidas, pues todavía temían que las grandes ciudades de Canadá como Ottawa o Montreal pudiesen ser objetivos para los terroristas. Los vuelos de retorno comenzaron a despegar el 14 y el 15 de septiembre desde el mismo aeropuerto de Gander.
Esta localidad cuenta con un aeropuerto muy equipado, ya que fue construido en el siglo XX por su ubicación geográfica y hasta los años 70 los aviones con menor autonomía paraban allí para repostar. Este aeropuerto puede recibir aviones de gran fuselaje.
“Muchos pasajeros formaron vínculos de por vida"
El pueblo entero se volcó con los pasajeros de los aviones desviados. “Muchos pasajeros formaron vínculos de por vida", relata a NIUS desde Miami, Jim Defede, periodista que escribió el libro The day the world came to town (El día que el mundo llegó a la ciudad). Por ejemplo, Beulah Cooper, vecina de Gander, acogió en su casa a la estadounidense Hannah O'Rourke. Los O’Rourke recibieron en Gander la noticia de que su hijo, bombero en Nueva York, había desaparecido.
"Cuando volvimos a Nueva York supimos que Kevin había muerto al colapsar la torre sur. Por eso no podemos olvidar el consuelo y el afecto que Beulah nos dio durante esos días en Gander", recuerda Hannah en una entrevista a la cadena CBS.