Encontrarnos una moneda en el suelo mientras paseamos por la calle puede hacernos sentir afortunados. Cuando se trata de cantidades muy pequeñas, como monedas de céntimos, lo más normal es que su dueño ni se dé cuenta de la pérdida, por lo que hay ningún problema en cogerlas. Sin embargo, como explica 20 Minutos, cuando hablamos de más dinero, debemos evitar la tentación de quedárnoslo.

Según el artículo 253 del Código Penal, "serán castigados (..) los que, en perjuicio de otro, se apropiaren para sí o para un tercero, de dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble, que hubieran recibido en depósito, comisión, o custodia, o que les hubieran sido confiados en virtud de cualquier otro título que produzca la obligación de entregarlos o devolverlos”.

Este artículo se aplica al dinero que podamos encontrarnos por la calle. Por lo tanto, quedarnos con él podría acarrear sanciones: "Si la cuantía de lo apropiado no excediere de 400 euros, se impondrá una pena de multa de uno a tres meses", reza el Código Penal. En cambio, si el valor es mayor, podríamos enfrentarnos a multas de hasta dos años de cárcel en función de la cantidad. Lo mejor, por lo tanto, es entregar el dinero.

Dónde entregarlo

En caso de encontrarnos dinero o un objeto en la calle y no saber a quién pertenece, debemos ponerlo “en poder del Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo”. Normalmente, basta con contactar con la Policía Local, aunque algunos municipios cuentan con su propia oficina de objetos perdidos.

Una vez entregado, existen dos posibles escenarios. Si su dueño aparece para recogerlo, nos corresponde una recompensa del 10 % de su valor o el 5 % si este es mayor de 12 euros. Si, por el contrario, queda sin reclamar durante dos años, el objeto pasará a pertenecer a la persona que lo encontró.