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Venecia se hace de pago: se reservará ticket y habrá tarifas

Los turistas deberán reservar su estancia y pagar de 3 a 10 euros a través de unos tornos situados en los principales puntos de acceso del centro histórico.

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Venecia se hace de pago: se reservará ticket y habrá tarifas
RANCISCO MORENO EFE

Venecia necesita acabar con la saturación turística. Cada año, esta atractiva ciudad de herencia bizantina ubicada al norte de Italia recibe la visita de entre 25 y 28 millones de turistas, de los cuales unos 14 millones van a pasar el día, pero no pernoctan. Si bien es cierto que la pandemia frenó el turismo, la recuperación en esta época estival ha sido asombrosa. Según informa Il Corriere della Sera, los primeros diez días de agosto, llegaron personas de 136 países diferentes, con picos de 85.000 el 5 de agosto y 80.000 el 18, mientras que en el resto se cuantificó entre 50.000 y 60.000.

Así, aunque las cifras aún están lejos de las registradas antes de la crisis sanitaria, con una media en verano de 110.000 visitantes diarios, las previsiones apuntan a que pronto volverá todo a la normalidad y los turistas inundarán de nuevo las calles de Venecia. Esta masificación turística indigna a sus habitantes, que se han visto obligados a mudarse, diezmando la población de la ciudad. Mientras que en 1961 estaba habitada por 137.150 personas, en este 2021 la cifra de residentes se sitúa por debajo de 51.000.

Reservas y tarifas para visitar la ciudad

Para solventar este problema, Venecia se convertirá en la primera ciudad del mundo con entrada calculada y de pago. A partir del verano de 2022, los turistas que deseen visitarla deberán reservar su estancia y pagar por entrar a la ciudad de los canales, a través de unos tornos situados en los principales puntos de acceso al centro histórico.

El periódico italiano La Stampa adelanta que el precio oscilará entre los 3 y 10 euros, en función de la fecha y el número de personas que se prevea visitarán la ciudad entonces. Los trabajadores y residentes de la región de Véneto estarán exentos, aunque no se descarta que se les obligue a reservar. Tampoco pagarán los turistas que se alojen en los establecimientos hoteleros de la ciudad (incluido Mestre), los niños menores de seis años y los familiares hasta el tercer grado de residentes.

La reserva se realizará a través de una aplicación o en la web, con un código QR que servirá para pasar los lectores ópticos de los torniquete. Todo esto forma parte de un sistema tecnológico que incluye más de 500 cámaras de alta definición que las fuerzas del orden usaron durante el G20 Economía de julio y un centenar de sensores que, a través de teléfonos inteligentes, conectan las redes de la telefonía móvil de quienes están en la ciudad.

En septiembre de este año se comenzará a ensayar el sistema de pago en Tronchetto, donde se ubica el comando de la policía local y el lugar desde donde se controla digitalmente todo el territorio, pero no será hasta el 1 de junio de 2022 cuando entren finalmente en vigor los torniquetes en función de las pruebas realizadas por el Ayuntamiento italiano.

Decisión controvertida

Esta controvertida decisión, ha despertado una enorme polémica y ha generado dos bandos. Por un lado, los que la apoyan alegan que la ciudad se convertirá en un museo o un parque de atracciones. “Es muy justo que se pongan los torniquetes. No veo ningún problema. Sería muy positivo transformar Venecia en un museo. Tenemos que revalorizar nuestro patrimonio”, asegura Raffaele Alajmo, titular de ‘Grancaffè Quadri’, en la plaza de San Marcos.

En cambio, los que se oponen a esta iniciativa critican que “Venecia no es un luna park”. Asimismo, el concejal Marco Gasparinetti, que fue candidato a la alcaldía de Venecia por la lista ‘Tierra y Agua’ considera que “es una medida inconstitucional y contraria a la legislación europea”. “Se podría aplicar para un área limitada, como la plaza de San Marcos, pero no para una ciudad entera. Se trata de la consagración de Venecia como parque temático, con la obligación de pagar una entrada. Es humillante para la ciudad y para los visitantes”, añade. En la misma línea se expresa el actor veneciano Alessandro Bressa: “Es una locura. Con los torniquetes habrá miles de personas en cola. Será un caos infernal, sin considerar el factor estético”.