El mundo entero se ha volcado para pedir la liberación de la periodista Camila Acosta, detenida este lunes por las autoridades cubanas. La corresponsal de ABC en Cuba fue arrestada mientras salía de su domicilio en La Habana para hacer un trámite personal, según adelantó al medio independiente Cubanet el escritor Ángel Santiesteban, y los agentes requisaron todo su equipo de trabajo, incluido el ordenador.

Horas antes de su detención, Acosta había cubierto para el diario español las protestas que se están produciendo en la capital cubana contra el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, posicionándose a favor de los manifestantes. “Si el régimen cubano no recapacita, o el mundo los obliga a recapacitar, la sangre correrá, porque el pueblo cubano ha gritado bien alto que perdió el miedo. Es momento de presionarlos para que abandonen el poder. Si cedemos ahora, tendremos muchos más años de dictadura”, escribió en su cuenta de Twitter antes de que le bloquearan el acceso a Internet y a la aplicación de mensajería WhatsApp a última hora del domingo. Esto, tal y como explica ABC, “justificaba” que no respondiera a los mensajes y llamadas.

Procesada por delitos contra la seguridad del Estado

Santiesteban ha informado a ABC de que Camila Acosta será procesada por “delitos contra la seguridad del Estado”. Actualmente, permanece detenida en la Cuarta Estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), ubicada en la avenida de Infanta, municipio del Cerro. Se trata de cargos similares a los que se enfrentan los disidentes. Además de Acosta, han sido detenidos una veintena de periodistas, entre los que se encuentran Iris Mariño, de Camagüey, y Orelvis Cabrera, de Matanzas.

Apoyo mundial

Tras conocerse la situación de la periodista, organizaciones de derechos humanos, compañeros de profesión, instituciones, políticos y ciudadanos corrientes han alzado la voz para pedir su “inmediata” puesta en libertad. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y la Agrupación de Periodistas de UGT han mostrado su “condena” a este hecho y han pedido al Gobierno español que se interese por la situación en la que se encuentra Acosta y exija su liberación al Ejecutivo cubano. A este último, la FAPE ruega también que “se responsabilice de la seguridad de los periodistas y respete el libre ejercicio del periodismo, un elemento fundamental para garantizar el derecho de información de los ciudadanos”.

En el plano político, los líderes de numerosos partidos españoles se han unido para lanzar la misma solicitud. Pablo Casado, del Partido Popular, exigió el lunes la liberación de la periodista, al mismo tiempo que instaba a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, a “defender a los demócratas y romper con los dictadores”. En la misma línea se pronunció la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas: “¿A qué espera el Gobierno de Sánchez para ponerse del lado del pueblo cubano, de la libertad y de los derechos humanos? Su silencio avergüenza”, añadió.

Por su parte, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, manifestó este martes estar a favor de la liberación de la corresponsal de ACB: “España defiende el derecho a manifestarse libre y pacíficamente y pide a las autoridades cubanas que lo respeten -asegura a través de Twitter-. Defendemos los derechos humanos sin condiciones. Requerimos la liberación inmediata de @CamilaAcostaCu”. También Vox “denuncia la ola de terror que lleva imponiendo durante años el régimen cubano y exige la liberación para todos los detenidos”.

A nivel internacional, el Instituto Casla, organización con sede en Praga dedicada a la defensa de la democracia en América Latina, denuncia en un comunicado que “a la periodista se la acusa por ‘delitos de Estado’ simplemente por hacer su trabajo, reportando sobre las protestas, crimen que la dictadura cubana usa continuamente para criminalizar el trabajo de los periodistas”.