La variante Delta del coronavirus se extiende por todo el mundo. En España ya está produciendo una quinta ola que deja una incidencia acumulada de 316 casos por 100.000 habitantes, y buena parte de la culpa la tiene el avance de esta variante de la enfermedad. De hecho, en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Navarra, la variante Delta es la predominante, causando el 60% de los nuevos casos en Cataluña o el 80% en Navarra.

Además, se trata de una variante que preocupa enormemente a los expertos, pues se trata de una cepa mucho más transmisible, llegando incluso a infectar a personas con una dosis de la vacuna. Los expertos avisan también de que puede provocar unos síntomas algo diferentes de los habituales con las otras cepas.

La inmunización de rebaño es clave para remitir la pandemia, pero hasta que eso no llegue, las medidas de protección como el lavado continuo de manos, mantener la distancia de seguridad o toser en el codo se antojan claves para evitar contagios. La mascarilla también ha sido esencial a la hora de evitar infecciones, y con esta nueva variante podemos tener dudas acerca de su efectividad.

Elegir mascarillas certificadas y de tipo médico

Los expertos mantienen que en lo primero que debemos fijarnos a la hora de comprar las mascarillas es que estén certificadas, pues eso significara que alguien ha medido la capacidad de retención de micropartículas y de microgotas.

En cuanto al tipo de mascarilla que utilizar, expertos consultados por la Universidad de Chile coinciden en que la mejor opción es utilizar mascarillas de tipo médico, estas son, las mascarillas quirúrgicas o las KN95. También coinciden en no usar las mascarillas de tela, pues no son capaces de filtrar y contener las partículas.

La doctora del Hospital Clínico de la U. de Chile, Marcela Cifuentes, sostiene que "ante la variante Delta lo más importante es usar mascarilla de tipo médico, ya sea la mascarilla quirúrgica de tres pliegues o las mascarillas KN95”. El profesor Humberto Plaza sostiene que “Las mejores son las N95, que están diseñadas para tener la mayor capacidad de retención”.

Las mascarillas KN95 deberán cambiarse cada 3 o 4 horas de uso, ya que tras ese tiempo el cubrebocas se humedece y deja de retener las partículas y por tanto deja de protegernos ante posibles infecciones.