A 1.470 años luz de la Tierra se erige la estrella KIC 8462852. Conocida coloquialmente por el nombre de Tabby debido a la astrónoma Tabetha Boyajian, tiene alrededor de 1,5 veces el tamaño del Sol y está ubicada en la constelación del Cisne. 

Según se detalla en un capítulo del libro ‘Una historia del universo en 100 estrellas’, de Florian Freistetter, se trata de uno de los objetos que el telescopio espacial Kepler halló en su búsqueda de planetas. En este cuerpo se descubrieron fluctuaciones de luminosidad y por ejemplo, el 28 de febrero de 2013 esta cualidad en Tabby disminuyó un 22%, aunque dos días después alcanzó de nuevo su nivel inicial. 

Esfera de Dyson

Así, las fases de oscurecimiento no obedecían a ningún patrón reconocible, por lo que la ciencia comenzó a investigar las razones del fenómeno. Pero ninguno de los ya conocidos era capaz de proporcionar una explicación a este comportamiento. 

El astrónomo Jason Wright llegó a afirmar que las fluctuaciones de luminosidad podían ser causadas por megaestructuras, aunque no descartó que también fuera obra de los alienígenas como último factor. Asimismo, el experto subrayó que parecía encajar con lo que cabría esperar cuando alguien construye una esfera de Dyson. 

Aunque este suceso podría provocar las fluctuaciones de luminosidad de KIC 8462852, es poco probable que sea vean allí señales de una construcción alienígena, según se apunta en el citado libro. Pero sí se corresponde con gran exactitud respecto a lo que hacen unas grandes nubes de polvo al bloquear la luz de las estrellas.

Misterio para la Astronomía

Sin embargo, no está claro de dónde procede este polvo: podría provenir de cometas o de planetas que chocan entre sí. Aunque tampoco está descartado que sea la propia Tabby la que varíe su luz, que continúa siendo todo un misterio para la astronomía.