Con el aumento de temperaturas, el Simulium erythrocephalum, (nombre científico de la comúnmente llamada mosca negra), se reproduce a la orilla de los ríos de gran parte de España. Este insecto se caracteriza no por picar, sino por morder la piel, lo que provoca unas heridas muy dolorosas.

Con el cambio climático, las temperaturas son más cálidas en invierno y más altas en verano, lo que está provocando que sea más sencillo para esta especie reproducirse y extenderse por la península española. "Este cambio en la climatología es clave y está favoreciendo su reproducción", explica Jorge Galván para 20 minutos.

Galván, subdirector de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) explica que este tipo de insectos nacen en ríos y arroyos, y que también necesitan plantas acuáticas como las algas para reproducirse. La degradación de los ríos que hace que prolifere esta vegetación unida al aumento de temperatura ha hecho que esta plaga sea habitual en las últimas décadas, según Óscar Soriano, investigador del Museo de Ciencias Naturales-CSIC.

Para Soriano, en un artículo recogido por El Confidencial “si los ríos siguen mejorando, el problema desaparecerá. Estamos en un momento crítico, pero volveremos a los años 40 del siglo pasado, cuando no había plagas de este mosquito”.

Zaragoza y Madrid, algunos de los lugares afectados

Según Oscar Soriano, la mosca negra “se encuentra en los tramos bajos y medios de todos los ríos de la Comunidad de Madrid”. Este es un problema nuevo en la comunidad, pues años atrás no se registraban mordeduras de este animal. “Este año ya han venido pacientes con picaduras tremendas y muy dolorosas, que requieren tratamiento urgente con corticoides y antihistamínicos inyectados”, asegura el doctor Juan Carlos Fuentes y que recoge también El Confidencial.

En Zaragoza, por su parte, ya están más acostumbrados a este tipo de plagas. El ayuntamiento ha decidido utilizar drones para actuar con el larvicida en aquellos lugares dónde las barcas y las motobombas no llegan. "Los drones nos permiten llegar donde no pueden entrar las barcas y, además, con ellos se puede expandir más producto, y sobre superficies más amplias", explicó la consejera municipal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, según recoge 20 Minutos.

Todos los profesionales afirman que el pico de la mosca negra llega en julio, y que a partir de entonces su presencia comienza a descender. Sin embargo, los tratamientos contra esta plaga deberán ser efectivos antes, por lo que la aparición de este tipo de insectos será menor una vez comiencen a hacer efectos los larvicidas.