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Una veterinaria salva la vida a una menor de dos años atacada por un perro en Murcia

El can, que iba sin ningún tipo de protección o bozal, se abalanzó sobre la pequeña y la mordió y arrastró varios metros por la calle.

Una veterinaria salva la vida a una menor de dos años atacada por un perro en Murcia
Captura de pantalla

Fatou es una niña de dos años que el pasado viernes iba por la calle de la mano de su madre en Ceutí (Murcia). De repente, un American Stafford (catalogado como perro potencialmente peligroso) que iba sin ningún tipo de protección o bozal se abalanzó sobre la pequeña y la mordió y arrastró varios metros por la vía ante la incapacidad de la progenitora y de los testigos presentes de parar la dramática situación.

Tal y como se pudo observar en las imágenes captadas por una cámara de seguridad de un local cercano, la madre intentó desesperadamente agarrar a su hija, pero el can se resistía. A los pocos segundos apareció Fátima Peláez, propietaria de la clínica veterinaria que estaba ubicada en la misma calle donde ocurrió el suceso. Gracias a su acción, le salvó la vida a Fatou.

Ruidos y gritos

Peláez recordó en La Opinión de Murcia que oyó fuertes ruidos y gritos alrededor de las 13:45 horas cuando terminó su jornada laboral. Una vez que comprobó la situación, no dudó en salir y ayudar a la menor: "Vi que lo que tenía el perro en la boca era una niña y que la estaba zarandeando como a un pelele".

"Yo traté de darle con una zapatilla para ver si llamaba su atención, pero pensé que no lo estaba haciendo bien. Mi reacción instintiva fue meterle la mano en la boca para abrírsela para que soltara a la niña", añadió en el citado medio. El dueño del animal también intentó pararlo, aunque no tuvo éxito.

Peláez describió cómo consiguió que el animal soltara a Fatou: "Mi profesionalidad fue lo que hizo decidir que tenía que abrirle la boca al perro. Sé que cualquier persona no hubiera podido reaccionar así porque en esos momentos no hay cordura. No valoré el daño mío ni los posibles ataques hacia mí. Mi prioridad era salvar a la niña".

Agradecimiento

Felizmente, tanto la niña como la madre se encuentran en buen estado, pero tardarán mucho tiempo en olvidar lo ocurrido: "La cara de pánico y horror de la madre y de la niña. Esa imagen no la he podido borrar de mi cabeza, todavía estoy impactada", describió la veterinaria.

Transcurridas unas horas después del enorme susto, al día siguiente la menor y su progenitora se acercaron hasta la clínica veterinaria para darle las gracias por haberle salvado la vida a Fatou: "Me abrazó y me puse a llorar al ver a la niña sonriendo y a la madre agradeciéndome el gesto", finalizó Peláez en La Opinión de Murcia.