Cerca de un año después de la llegada de la pandemia de coronavirus que ha dejado tras de sí casi cuatro millones de muertos en todo el mundo, poco a la situación empieza a regresar a niveles parecidos a como se estaba antes de la misma. Especialmente en muchos países europeos, donde la vacunación permite la relajación de ciertas restricciones.

En España, los ERTE permitieron que la pandemia no destruyera de forma total millones de empleos. Ahora que poco a poco se recupera la normalidad, el número de gente en Expediente de Regulación Temporal de Empleo es cada vez menor, como ha confirmado recientemente el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá: apenas quedan 465.000 personas en esta situación, con una bajada de 70.000 respecto al pasado mes de mayo.

Vacaciones en ERTE, ¿es posible?

Para estos trabajadores, cerca de medio millón, surge la duda de si tendrán derecho este verano a disfrutar de sus vacaciones, por el hecho de estar en esta situación poco habitual. El hecho es que, mientras se está en situación de ERTE de suspensión de contrato, no se generan derecho a vacaciones. Éstas serán reducidas en función de los días de suspensión, o directamente anuladas. Cuando la situación regrese a la normalidad, el trabajador podrá disfrutar de los días que le correspondan, sin contar las devengadas durante el tiempo que duró el ERTE.

En el caso de expediente de reducción de jornada, el devengo de los días vacacionales no se ve afectado por esta situación: le corresponden los mismos días que si no hubiese estado en ERTE. Si no estuvieran fijadas en el momento de iniciarse el ERTE, podrán pactarse con los representantes de los trabajadores o directamente entre la empresa y el empleado. Lo que sí se vería afectado es el salario en dichos días, que sería inferior al de una jornada completa, pues el salario bruto anual se reduce en esta situación.

Si quedaran días de vacaciones por disfrutar dentro del año natural, la empresa debería dejar de aplicarles el ERTE durante el periodo vacacional, cobrar su salario y la empresa cotizar por ello. Finalmente, si la empresa aplica un ERTE mientras el trabajador disfruta de sus vacaciones, éstas se interrumpirán y solo se contarán los días ya disfrutados. Los restantes, en el momento en que finalice la situación de ERTE.