Las diferencias de la esperanzadora Novavax con las vacunas actuales
El fármaco ofrece una "protección completa contra la infección moderada y grave" y una eficacia del 93% frente a las variantes más preocupantes.
Las vacunas aprobadas hasta ahora por la Agencia Europea del Medicamento (Moderna, Pfizer/BioNTech, AstraZeneca y Janssen) han presentado una eficacia muy elevada para proteger contra el desarrollo de un diagnóstico grave causado por la COVID-19. Pero ahora ha irrumpido un fármaco que promete mejorar los existentes, aunque es probable que no se autorice en Europa hasta el próximo otoño. Se trata de la vacuna desarrollada por la empresa Novavax, que presenta una efectividad mucho mayor, incluso contra las variantes más peligrosas del del SARS-CoV-2.
Eficacia completa contra la infección moderada y grave
La empresa con sede en Maryland (Estados Unidos) publicó el lunes los resultados de la fase 3 de su ensayo PREVENT-19, que contó con 29.960 pacientes de Estado Unidos y México y que continúa en Reino Unido y Sudáfrica.
En ellos, se reflejaba que su vacuna, NVX-CoV2373, presentaba una eficacia general del 90,4% y una protección del 100% contra diagnósticos moderados y graves de la COVID-19. Asimismo, mostró un 91% de efectividad en poblaciones de “alto riesgo”, mayores de 65 años o personas con ciertas comorbilidades y muy expuestas al virus. “Estos resultados clínicos refuerzan que NVX-CoV2373 es extremadamente eficaz y ofrece una protección completa contra la infección por COVID-19 tanto moderada como grave”, manifestó Stanley C. Erck, presidente y director ejecutivo de la compañía.
Alta protección contra las variantes
Una de las cuestiones que más preocupan a los científicos y, especialmente, a los ciudadanos es que las vacunas que se están inoculando no protejan de las diferentes variantes del coronavirus que se expanden por el mundo. Un estudio publicado recientemente en Public Health England reveló que las vacunas de Pfizer/BioNTech y Oxford/AstraZeneca ofrecen una protección sólida contra la hospitalización derivada de la variante Delta, originaria de India. Sin embargo, muchos fármacos presentan una escasa eficacia contra ella, y la mayoría reduce su efectividad notablemente contra otras variantes preocupantes como la británica (B.1.1.7), la brasileña (P.1) o la sudafricana (B.1.351).
La vacuna de Novavax, en cambio, ofrece una protección del 93% contra estas variantes consideradas de preocupación o de interés por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Creada con una técnica diferente
Igual que las vacunas de Moderna, Pfizer/BioNTech, AstraZeneca, la de Novavax requiere dos dosis para alcanzar su mayor eficacia, separadas entre sí por 21 días. Sin embargo, su singularidad radica en que está desarrollada con una técnica diferente al resto. Para crearla, se ha empleado una tecnología basada en reproducir la proteína espicular de la primera variante del SARS-CoV-2 y adherirla a partículas microscópicas para ser inoculada después en un individuo y provocar en él una respuesta inmunitaria.
De aprobarse, el de Novavax se convertiría en el primer fármaco contra la COVID-19 creado con esta tecnología de nanopartículas recombinantes basada en proteínas, que es la misma empleada en las vacunas contra otras enfermedades, como la hepatitis A y B e incluso la gripe.
Fácil de transportar
Este preparado no requiere unas condiciones extremas de conservación, ya que puede almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados, igual que los basados en adenovirus, lo que le permite emplear los canales de distribución existente para otras vacunas. Su suministración se realiza en viales de 10 dosis listas para usar.
Efectos secundarios
Los datos preliminares de seguridad del ensayo PREVENT-19 han mostrado que “la vacuna se tolera bien en general”, según informa la empresa. Además, el número de reacciones adversas graves fue “bajo” y estuvo equilibrado entre los grupos del fármaco y los del placebo. De hecho, más del 1% de los participantes no notificó ninguna reacción adversa”.
Las reacciones más comunes reportadas por los voluntarios fueron el dolor y la sensibilidad en el lugar del pinchazo, generalmente de leves a moderados, con una duración inferior a tres días. La fatiga y el dolor de cabeza y muscular fueron los síntomas sistémicos más frecuentes, con una duración inferior a 2 días.