ATAQUES MILITARES

El inquietante futuro de los robots asesinos autónomos

Un informe de Naciones Unidas ha registrado que un dron atacó el año pasado a combatientes de manera autónoma en la guerra de Libia.

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El inquietante futuro de los robots asesinos autónomos

Un reporte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Libia ha revelado el que sería  el primer ataque autónomo de drones sobre personas. Según el informe, las tropas de uno de los bandos de la guerra civil fueron "perseguidos y atacados (...) por vehículos aéreos de combate no tripulados o sistemas de armas autónomos letales".

El suceso tuvo lugar el 27 de marzo de 2020, día en el que el entonces primer ministro libio reconocido por la ONU, Faiez Sarraj, anunció el inicio de la operación Tormenta de Paz contra las fuerzas del general Jalifa Hafter, el jefe del otro bando del conflicto civil que asoló el país durante seis años.

Según el informe hecho público el pasado 8 de marzo, la capacidad militar de Sarraj “permitió llevar a cabo una guerra asimétrica de desgaste diseñada para degradar la capacidad de las unidades terrestres de las fuerzas afiliadas a Hafter”.

Fue entonces cuando se produjo la retirada de las tropas de este último, momento en el que “los convoyes logísticos y las fuerzas afiliadas a Haftar en retirada fueron posteriormente perseguidos y atacados a distancia por vehículos aéreos de combate no tripulados o sistemas de armas autónomos letales como el STM Kargu-2”.

El informe asegura que los drones “se programaron para atacar objetivos sin requerir la conectividad de datos entre el operador y la munición: en efecto, una verdadera capacidad de ‘disparar, olvidar y encontrar’”.

¿Qué dron atacó de manera autónoma?

La empresa STM, de origen turco, diseñó el STM Kargu-2, un dron que “puede ser utilizado con eficacia contra objetivos estáticos o en movimiento a través de sus capacidades de procesamiento de imágenes en tiempo y algoritmos de aprendizaje automático integrados en la plataforma”, según indica la página web de la compañía.

La segunda versión del dron original, que se presentó en 2017, cuenta con mejoras como poder realizar ataques de modo enjambre. Según la compañía, puede utilizarse en modo automático o manual y está diseñado para “operaciones de guerra asimétricas o anti-terroristas”.

El STM Kargu-2, de más de 7 kilos, cuenta con una autonomía de unos 30 minutos y puede desplazarse hasta en un radio de 5 kilómetros alrededor del soldado a cargo de su manejo. El dron puede alcanzar una altitud máxima de 2.800 metros y una velocidad máxima de 72 kilómetros por hora.