Se vienen cambios importantes en las próximas facturas de la luz. A partir del mes de junio comenzará a funcionar el nuevo sistema de tarifas impulsado por el Gobierno. De esta forma, la energía puede llegar a costar en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) hasta el triple, en función de la gestión de uso de los electrodomésticos. Por tanto, una de las recomendaciones es la de dejar los consumos importantes para la noche o los fines de semana.

El precio de la energía, como hasta el momento, variará cada hora en función del mercado mayorista. Sin embargo, el cambio llega con los cargos sobre kilovatio por hora (kWh) para financiar el sistema eléctrico: estos variarán en función de tres horarios diferentes.

El primero de ellos, un horario valle muy barato, por las noches (de 12 a 8) y durante todo el fin de semana. Habrá, también, dos horarios diurnos con un precio más caro de lunes a viernes: de 10 a 14 y de 18 a 22 horas. En las horas restantes, de 8 a 10 de la mañana, de 14 a 18 de la tarde y de 10 a 12 de la noche, tendrá un precio intermedio. Esto será igual para la Península, Baleares y Canarias; en Ceuta y Melilla, igual pero una hora más tarde..

Abaratamiento de la potencia

Además de estos cambios, el nuevo modelo también trae novedades en la potencia contratada: un kw cuesta 48 euros anuales, mientras que a partir de junio se reducirá a 39 euros en horario diurno. Tal y como explica Morales, podemos conseguir ahorrar reduciendo la potencia al mínimo indispensable durante el día y contratar una segunda potencia, más alta, para el el horario nocturno, concentrando ahí el empleo de electrodomésticos que requieren de más potencia.

¿A quién afecta?

Los nuevos precios de la luz afectarán directamente y con inmediatez sobre las personas que tengan el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), es decir, que pertenezcan al mercado regulado. Según datos del Gobierno de España, se trata de 11,8 millones de personas.

Por otro lado, aquellos que pertenezcan al mercado libre no se verán afectados hasta que la compañía adapte las nuevas tarifas a las facturas. Cualquier cliente puede contactar con la empresa con la que tenga contratada la luz para preguntar cómo va  afectar la nueva factura. Las compañías esperarán a finalizar los contratos para actualizar los precios.