El precio de presumir por WhatsApp: pierde un premio por mandar la foto al grupo
El supuesto vencedor se registró en la web de la compañía utilizando el código impreso en el resguardo agraciado y comenzó las gestiones para embolsarse el dinero.
Sorprendente hecho el que ha ocurrido en la localidad de Cabo de Palos (Región de Murcia). La operación Betmur, llevaba a cabo por la Guardia Civil, estaba dirigida a identificar a una persona que intentó cobrar de forma fraudulenta el premio de un resguardo de lotería. El presunto autor del delito de estafa ha resultado ser un joven de 18 años residente en Cieza.
La investigación comenzó tras la denuncia de un individuo que aseguró haber adquirido un boleto en un establecimiento de Los Belones, en Cartagena. La apuesta resultó premiada con poco más de 1.200 euros y decidió compartir su alegría con un grupo de amigos a través de WhatsApp.
Código del resguardo
Pero cuando se dirigió al local para cobrar el premio, llegó su sorpresa: alguien se le había adelantado. Según le indicaron desde atención al cliente, el supuesto ganador se había registrado la noche anterior en la página web de la compañía utilizando el código impreso en el resguardo agraciado y había comenzado las gestiones para embolsarse el dinero.
Después de conocerse los hechos, la Guardia Civil empezó una serie de trámites para intentar averiguar la identidad del sospechoso. Gracias al rastro digital que dejó, se comprobó que el individuo no estaba dentro del grupo en el que el denunciante compartió la imagen, sino que la instantánea había llegado a través del reenvío de la instantánea a otras personas.
Difusión masiva
La actuación de la Benemérita resultó fundamental para que la casa de apuestas paralizase la transferencia hasta encontrar al presunto autor. Éste resultó ser un joven español de 18 años y que ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Cartagena.
Para evitar casos similares, la Guardia Civil recuerda que el envío de fotografías o mensajes de texto a través de este tipo de aplicaciones de mensajería instantánea puede tener una difusión masiva. Una vez que se manda, el usuario desconoce la expansión de los archivos, así como los potenciales destinatarios.