CORONAVIRUS

Un grupo de epidemiólogos de EE.UU pronostica cuando volverá la completa normalidad

Pese a que el país avanza muy rápido en su vacunación, la clave estará en inmunizar a los más pequeños, que podrían ser huéspedes del virus.

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Un grupo de epidemiólogos de EE.UU pronostica cuando volverá la completa normalidad
Peter Foley EFE

Desde que se iniciaron las campañas de vacunación, Estados Unidos ha cogido un ritmo envidiable por todos los países del mundo en cuanto a número de inoculaciones. Lo cierto es que el gigante estadounidense, pese a sus más de 300 millones de habitantes, está cada vez más cerca de la inmunidad de rebaño. De hecho, hay ciertos estados y zonas del país que ya no exigen las mascarillas como obligatoria, aunque los epidemiólogos insisten en recordar que la pandemia no ha terminado.

Y es que, pese a la gran cantidad de vacunas que se han puesto, el coronavirus no llegará a su fin, al menos, hasta que los niños más pequeños puedan ser también vacunados frente a la enfermedad. Por ello, en una nueva encuesta con The New York Times, los expertos advierten de que esta situación no tendrá su final hasta que sea seguro volver a las actividades más cotidianas sin ningún tipo de restricciones.

Lo cual, llegará cuando el 70% de los estadounidenses de todas las edades reciban su vacuna y, por el momento, esta semana ha comenzado la vacunación en adolescentes. Además, los menores de 12 años siguen pendientes de una decisión sobre su vacuna que todavía no se ha aprobado.

La COVID llegará a ser parecida a una gripe

"Los niños son la clave para acabar con la pandemia", afirmó David Celentano, catedrático de epidemiología de la Universidad Johns Hopkins y uno de los 723 epidemiólogos que participaron en la encuesta este mes del reputado diario estadounidense. Todos ellos son optimistas ante el fin de esta época, pero no creen que llegue tan rápido como algunos esperan. De hecho, incluso apuntan que se podría tardar cinco años hasta que la COVID-19 sea más parecida a una gripe, con un ritmo de circulación menor al actual, menos muertes al año y sin provocar una crisis sanitaria que requiera la imposición de restricciones.

"Parece que hay una luz al final del túnel", dijo Gretchen Bandoli, profesora adjunta de pediatría en la Universidad de California en San Diego. "Tenemos las herramientas necesarias para conseguirlo, y parece que está a nuestro alcance”, añadía optimista ante la situación. Incluso el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que las personas con una pauta completa de vacunación ya no necesitarían llevar mascarillas puestas en ciertos aspectos de la vida cotidiana.

Estados Unidos se acerca a la normalidad

Desde hace ya unos días, los estadounidenses han podido volver a ciertas actividades que se restringieron hace más de un año por el estallido de la pandemia. En esta encuesta, realizada por The New York Times a epidemiólogos del país, revela que el 85% de los participantes cree que estas actividades se irán abriendo a medida que el tiempo avance.

De hecho, estiman que las barbacoas y ciertas celebraciones del próximo 4 de julio -fiesta nacional- se podrán llevar acabo con menos medidas sanitarias. Incluso, cierto porcentaje, cree que las escuelas puedan volver a abrirse el próximo otoño, así como permitir las reuniones con familiares para las vacaciones de invierno de este 2021.

La vacunación de los niños, una pieza clave

Pero, insisten, en que, pese al levantamiento de ciertas restricciones, la campaña de vacunación no debe parar hasta tener a todos los niños vacunados. El 80% de los encuestados avala que, de vacunarlos, se podrían seguir abriendo más actividades sin restricciones que, hace un año, resultaban cotidianas. "Los niños no pueden quedar fuera de la ecuación al reabrirse", dijo Corinne McDaniels-Davidson, directora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Estatal de San Diego.

Y es que la inmunidad de los niños es una parte muy importante del proceso ya que podrían ser huéspedes del virus y, por tanto, una vía para que la enfermedad siga circulando entre la población y desarrollar nuevas variantes. "Las ideas de que no pueden transmitir la COVID o son inmunes a la enfermedad están muy extendidas entre el público no especializado. Necesitamos educación en este sentido”, añadía la experta al diario estadounidense.

Y, además de los más pequeños, los epidemiólogos resaltan que solo el 36% de los estadounidenses tienen una pauta completa de vacunación, además de notificar una bajada en el ritmo de vacunación que no se pueden permitir. Además, muchos profesionales de la salud pública temen que no se alcance un umbral tan alto de vacunaciones, suficiente para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño.

Muchos siguen negándose a la vacuna

Otro de los muchos aspectos que sigue preocupando a Estados Unidos, sobre todo a sus epidemiólogos, es la cantidad de negacionistas que el país sigue teniendo. De hecho, la sigan considerando la mayor amenaza para acabar con la pandemia ya que podría suponer la aparición de nuevas variantes o la subida de casos. "Cuanta más gente se niegue a vacunarse, más tiempo permanecerá la COVID", afirmó Ethan S. Walker, epidemiólogo de la Universidad de Montana.

Pero no todo es negativo. Hay epidemiólogos que creen que esto quedará como una enfermedad más con el paso del tiempo. "Tengo la esperanza de que algún día la COVID-19 se parezca más al sarampión, eliminado en su mayor parte pero no erradicado, con brotes esporádicos y grupos principalmente entre los no vacunados”, comentaba Scott Bartell, epidemiólogo de la Universidad de California en Irvine. Eso sí, la mascarilla -sobre todo en interiores- nos acompañará un largo tiempo.