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Un Caravaggio en Coslada
El cuadro, que iba a ser subastado el mes pasado, se encuentra en un almacén de una empresa dedicada a la custodia y transporte de obras de arte.
En los primeros días del mes de abril la Casa Ansorena, en Madrid, celebró una subasta; entre los artículos a subastar, cuadro titulado La Coronación de Espinas. La obra de arte, inicialmente atribuida al círculo de José de Ribera y con un precio de salida de 1.500 euros, fue intervenida por Cultura al poder tratarse finalmente de un Caravaggio.
Después de muchas polémicas, el Ecce Homo ya ha sido visto por una delegación de técnicos de la Academia de San Fernando y la Comunidad de Madrid. Junto a ellos acudió Jorge Coll, anticuario y socio de la firma Colnaghi y representante de los dueños del cuatro. Éste se encuentra guardado en un almacén de la empresa SIT (de las más reputadas en custodia y transporte de obras de arte), en Coslada, a las afueras del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas de la capital.
Los propietarios de la pintura, los hermanos Pérez de Castro (Diego, Antonio y Mercedes) decidieron trasladarlo allí tras la salida de la sala de subastas. Según fuentes citadas por ABC, el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, ya ha podido verlo después de que no se lo permitieran cuando acudió a Ansorena para verlo. El cuadro se encontraba en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hasta 1823, cuando Evaristo Pérez de Castro (antepasado de los actuales propietarios y uno de los autores de la Constitución de 1812), lo intercambió por un Alonso Cano de su propiedad.
El pasado 9 de abril, después de que fuera interceptada su subasta, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó la resolución por la que se incoa el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural del posible Caravaggio. De acuerdo con los informes técnicos del Ministerio de Cultura y el Museo del Prado, la pintura merecía esta calificación por su interés histórico y artístico, además de su atribución al artista italiano.
Procedencia del Ecce Homo
El Museo del Prado, en su informe técnico, señala que "la procedencia de esta pintura podría estar relacionada con el coleccionismo de los virreyes de Nápoles del siglo XVII. De este modo, existen fundadas razones formales y documentales para considerar que es probablemente obra original de Michelangelo Merisi di Caravaggio (1571-1610), que estuvo en el siglo XVII en la colección del secretario de la corte de Nápoles don Juan de Lezcano, la cual pasó sucesivamente a la del virrey conde de Castrillo, con la que habría llegado a Madrid".
En dicho informe, firmado por David García Cueto, jefe del departamento de pintura italiana y francesa del Prado, se advertían también "paralelismos de cronología y lenguaje pictórico entre la pintura objeto de declaración y la ejecución estilística de obras certificadas como originales de Caravaggio. Se constatan analogías entre la figura del Cristo protagonista del Ecce Homo y el David de la Gallegria Borghese de Roma. La figura de Pilatos en primer término presenta de igual modo importantes paralelismos con otras obras de autor".
El cuadro pudo ser pintado en Nápoles sobre el año 1606, en la primera etapa del pintor en la ciudad italiana. A España llegó en la colección del virrey, el conde de Castrillo, quien habría comprado en dicha ciudad otro cuatro del artista, una Salomé expuesta actualmente en el Palacio Real. Al Ecce Homo se le perdió el rastro a comienzo del siglo XVII hasta que apareció en un inventario de la Academia en 1817, de donde lo intercambió De Castro en 1823.