Un vecino de l’Hospitalet de Llobregat ha sido detenido tras colocar un explosivo casero en una de las excavadoras de la empresa en la que trabajaba. Este albañil, de 45 años y nacionalidad española, había sido despedido y, con intención de vengarse, fabricó un artefacto que podría haber causado toda una tragedia. Por suerte, uno de sus compañeros lo encontró en el vehículo antes de que explotara, con tiempo a que los Mossos d’Esquadra pudieran desactivarlo sus causar ningún daño.

En ese momento, el cuerpo de policías abrió una investigación que les llevó hasta el piso de este albañil. Hasta diez agentes irrumpieron en medio de la noche la casa del autor del explosivo, que fue detenido tras abrir la puerta con un ariete. El hombre se encontraba de alquiler y, según sus vecinos, “parecía normal”, aunque era poco conocido en el barrio.

Programado para explotar

El artefacto estaba colocado junto al motor de la máquina excavadora y estaba programado para explotar a las 9.15 h. Por suerte, uno de los trabajadores de la empresa lo vio en una revisión previa a comenzar la jornada laboral, pudieron llamar a los mossos para su desactivación sin causar daños ni víctimas. De haber explosionado, habría causado graves daños al conductor de la máquina.

Una vez detenido el albañil, que solo buscaba venganza contra la empresa, los mossos registraron la vivienda, encontrando varios elementos con los que habría fabricado el explosivo. Era de construcción casera y estaba formado por una garrafa llena de gasolina de la que salía un cableado que conectaba con una placa electrónica, programable alimentaba con pilas, según apunta Informativos Telecinco.

Tras su detención el pasado 4 de mayo, se le acusa de delitos de homicidio en grado de tentativa, de tenencia ilícita de artefacto incendiario y de daños en grado de tentativa.