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Analizan una carta en una botella que pudo ser lanzada desde el Titanic

Científicos de la Universidad de Quebec están analizando una carta encontrada en una botella que podía haber sido escrita por una pasajera del Titanic.

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Analizan una carta en una botella que pudo ser lanzada desde el Titanic
Sophie Boudarel Twitter

Un grupo de científicos de la Universidad de Quebec (Canadá) está analizando una carta encontrada en una botella que, según apuntan varias hipótesis, podría haber sido escrita y lanzada al mar por una pasajera del Titanic antes de su naufragio.

La botella fue hallada en 2017 en una playa de la Bahía de Fundy, en la costa atlántica canadiense. La misiva aparece firmada por Mathilde Lefebvre, una niña francesa de 12 años que viajaba a Estados Unidos para reunirse con su familia.

“Voy a tirar esta botella al mar. Tenemos que llegar a Nueva York en unos días. Si alguien la encuentra, póngase en contacto con la familia Lefebvre en Liévin”, se puede leer en la carta.

Datos correctos

Los investigadores han podido comprobar que en el Titanic viajaba una niña que se llamaba Mathilde Lefebvre y que viajaba a Nueva York con su familia para reunirse con su padre, que había encontrado trabajo allí. Sin embargo, tal y como señala el profesor de arqueología de la Universidad de Quebec, Nicolas Beaudry, “aunque los materiales sean coherentes con la fecha y los motivos no descartamos la posibilidad de que sea una falsificación”.

Los análisis se dirigen actualmente hacia el estudio pormenorizado de la fecha en la que se escribió la misiva por medio de datación por radiocarbono, un método que utiliza el carbono 14 para conseguir la edad de determinados materiales.

Caligrafía y corrientes marinas

Todas las hipótesis están abiertas, pues los científicos han encontrado dos factores que harían pensar que se podría tratar de una falsificación. Por un lado, la caligrafía de la carta sería diferente a la que se enseñaba en Francia a comienzos del siglo XX. Por el otro, las corrientes marinas deberían haber llevado la botella hacia las costas atlánticas europeas y no hacia Canadá.

“La probabilidad de que la carta llegase a la Bahía de Fundy es inferior al 1%. Es bastante improbable, pero no imposible”, explica Daniel Bourgault, catedrático de oceanografía de la Universidad de Quebec.