Leonardo Sánchez Martínez, de 43 años, se había encerrado en su casa de Santa Marta (Colombia) por miedo a acabar en una UCI, donde ya habían fallecido siete familiares suyos por coronavirus: su abuela, tres tíos y dos primos. Pero finalmente, el hombre terminó muriendo en su propio domicilio debido al patógeno.

Varios vecinos de la urbanización alertaron a las autoridades por la presencia de un cadáver en una de las residencias, y comprobaron que era el de Sánchez, que perdió la vida por los graves efectos que le provocó la COVID-19. 

Problemas de corazón

Trabajaba como guardia de seguridad y según el medio digital Seguimiento, padecía afecciones cardiacas. Una vez que contrajo la enfermedad, intentó tratarse con fármacos y remedios naturales, tal y como manifestó uno de los vecinos: "Compró unos medicamentos y se los tomó confiando en que mejoraría, pero se complicó más y murió el lunes".

En palabras para El Tiempo de su hermano, Jaime Alberto Sánchez Martínez, el deceso pudo ser evitado: "Era una persona joven, sana y llena de salud que tenía ganas y fuerzas para vivir muchos años más". Pero su miedo a ser intubado en la UCI le llevó a perder la vida en su propio domicilio.

Ataque de los vecinos

"Superó varios episodios en los que le faltaba la respiración y se ahogaba. Había días que amanecía mejor, por eso pensaba que iría mejorando, pero lastimosamente su salud se complicó y ya no hubo nada que hacer", lamentó su hermano.

Pese al fatal desenlace de los acontecimientos, el familiar del fallecido aseguró que los residentes les atacaron cuando Sánchez murió: "Los vecinos en la urbanización, a pesar de la tragedia que estábamos afrontando por esta nueva pérdida, nos atacaban e insultaban porque el cuerpo de Leonardo llevaba más de 32 horas dentro de la habitación y nosotros no sabíamos qué hacer".