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ANIMALES

Detectan un peligroso siluro de 100 kilos en el Guadalquivir

Ecologistas en Acción Andalucía informa de la pesca de este ejemplar y alerta del peligro que supone para muchas especies autóctonas.

Detectan un peligroso siluro de 100 kilos en el Guadalquivir
Wikimedia

Un siluro de cerca de 100 kilos fue pescado recientemente en la Presa de Alcalá del Río en el río Guadalquivir, según informa Ecologistas en Acción Andalucía. El grupo ecologista pide una “eficaz erradicación” de esta especie debido a que está catalogada como una ‘especie invasora’ y supone un peligro para otros peces, aves y pequeños mamíferos.

En un comunicado, el grupo ecologista pide a la Junta de Andalucía la “erradicación drástica” del siluro ya que, según planteó en el Grupo de trabajo de Agua del Consejo de Participación de Doñana, “esta especie exótica invasora podría conquistar rápidamente el sistema fluvial y cambiar la ecología del río”. Para ello, propone la “prohibición permanente de la pesca deportiva donde aparezca algún ejemplar de siluro”.

El siluro europeo (“Silurus glanis”) es un pez depredador que “puede llegar a medir 2,5 metros y pesar 180 kilos” además de tener una esperanza de vida de 30 años. Según el grupo ecologista, este pez “es el más voraz de todos los grandes peces depredadores” y se alimenta de peces, aves acuáticas y pequeños mamíferos. Recientemente también se capturaron ejemplares en el embalse de Iznájar (Córdoba) y en el pantano del Gergal (Sevilla).

Una especie invasora

El siluro es uno de los 21 peces que se encuentran incluidos el catálogo español de especies exóticas invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por lo que supone una grave infracción “su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio”.

Según Ecologistas en Acción, su presencia es “especialmente preocupante” en la zona de las Marismas del Guadalquivir ya que allí viven algunas especies de aves en peligro de extinción como las “cercetas pardillas, las malvasías, los porrones pardos o las fochas cornudas”.

Además del siluro, el comunicado señala a otros peces introducidos en el medio de manera ilegal como los alburnos, las gambusias, los percasoles, los peces gato, los lucios o los black bass que han provocado que algunos peces autóctonos como la colmilleja, la boga, el barbo gitano y el salinete se encuentren cerca de la extinción.

La preservación del río

El grupo ecologista califica como “vital” proteger el Bajo Guadalquivir ya que se trata de un “área única no sólo desde el punto de vista biológico y ecológico, sino también y de forma importante, económico”, pues allí se permite la explotación pesquera comercial.

Por ello, el comunicado reclama que su erradicación pasa “por evitar el acceso y pesca deportiva incluso si se trata de zonas de competición” ya que “sólo aislando los ejemplares para actuar de forma selectiva” la colonización de esta especie invasora “y la amenaza que supone para el resto de todas las especies pescables” se puede parar.