El pasado sábado se disputó en La Cartuja de Sevilla la final de la Copa del Rey de la temporada pasada. Aplazada por culpa de la pandemia y con la esperanza de albergar público en las gradas, finalmente el partido hubo de disputarse sin aficionados del Athletic y la Real Sociedad, conjunto que se alzó con el título gracias a un gol de penalti de Oyarzabal.

Durante las horas previas al partido, se observaron en Bilbao imágenes polémicas con una gran aglomeración de personas en la calle Poza. La Ertzaintza tuvo que intervenir tras el lanzamiento de bengalas y petardos. Uno de los vídeos compartidos en redes sociales mostraban a un joven que, subido a un semáforo, se lanza a la multitud con el fin de ser sujetado. Sin embargo, se precipita directamente contra el pavimento.

Ahora, el joven está ingresado en el hospital de Galdakao con una perforación de pulmón, fruto de la rotura de una costilla en el momento del impacto contra el suelo tras lanzarse desde lo alto del semáforo, según precisa Diario Vasco. Ocurrió alrededor de las cinco de la tarde, cuando la calle Pozas, una de las que más establecimientos de restauración congrega en Bilbao, se llenó de aficionados en las horas previas del gran derbi.

Tras impactar contra el suelo después de que la gente se apartara, el joven se levantó como si nada y siguió animando como el que más. Sin embargo, horas más tarde empezó a sentir dolor y acabó ingresando en el hospital debido al fuerte golpe directo con el asfalto.

Críticas a los hechos sucedidos

El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, criticó los actos al día siguiente del partido, calificándolos de "absolutamente incomprensibles e inaceptables". El regidor de la ciudad asegura que los autores de ellos, que incumplían las medidas de seguridad contra el coronavirus, "no representan a nadie. Esto no es un juego, aquí nos estamos debatiendo entre la vida y la muerte, hay muchas personas que han fallecido y otras que lo están pasando mal en una UCI".