Hallan el mapa en 3D más antiguo de Europa
Se trata de una losa de la Edad de Bronce, encontrada en Francia, que supone todo un avance y una nueva fuente de conocimiento cartográfico.
Actualmente existe un desarrollo increíble del mundo de la cartografía y los mapas. Existen de cualquier parte del mundo, en multitud de soportes y formas, interactivos y de disponibilidad inmediata con un solo ‘click’. Para llegar a este panorama se han tenido que producir miles de avances desde los primeros mapas. Pero todavía se siguen produciendo descubrimientos.
Se ha hallado el mapa en relieve más antiguo de Europa, concretamente de principios de la Edad del Bronce (2150-1600 a. C). Está dentro de una losa ornamentada, que sí fue encontrada mucho antes, en 1900 en la Bretaña francesa, al noroeste del país. Pero se ha descubierto que en ella se encuentra una nueva fuente de conocimiento cartográfico.
Un estudio que ha sido publicado este martes en el Boletín de la Sociedad Prehistórica Francesa ha confirmado que esta losa de Saint-Bélec, hallada en la localidad de Leuhan por el prehistoriador Paul du Chatellier (1833-1911), posee ese mapa en 3D dividido en cuatro cuadrantes.
Características y significado de sus elementos
Hasta 1900 esta losa formaba parte de una tumba y ese año fue trasladada al castillo de Kernuz, casa y museo privado de Du Chatellier. Allí permaneció hasta el año 2014, cuando fue encontrada en un sótano del mismo.
Se trata de un bloque de esquisto de color gris azulado, con unas dimensiones de 2,20 metros de largo, 1,53 de ancho y 0,16 de espesor. En ella se observan elementos de composición casi prehistórica en realidad, con una composición homogénea con grabados idénticos en cuanto a técnica y estilo, una repetición de elementos como las líneas, cuadrados o círculos y una relación espacial entre todos los signos.
Tras las comprobaciones realizadas por los científicos franceses, se ha concluido que se trata de una topografía ideada para representar en tres dimensiones el valle del río Odet, que atraviesa la región de Bretaña y desemboca en el Océano Atlántico. También se ha deducido que es la representación de un territorio de una entidad política muy jerarquizada que por aquel entonces controlaría estrechamente la zona.
¿Cómo se han llegado a esas conclusiones?
Tras encontrar en 2014 la losa, a partir de 2017 comenzaron las investigaciones, registrando la topografía de la superficie y analizando su morfología y cronología de los grabados con técnicas y herramientas 3D de alta resolución.
Tras años de continuos exámenes, los científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas (Inrap), el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) y las Universidades de Bournemouth y la Bretaña Occidental, encargados del estudio, determinaron que se podía considerar un mapa por su trazado cartográfico.
Por ejemplo, se ha comparado con otras representaciones de la prehistoria europea, de la etnografía tuareg o de los aborígenes australianos, para comprobar su antigüedad. También se han realizado análisis estadísticos para comparar su similitud con el territorio del río Odet, descubriendo que se trataría de una zona de unos 30 por 21 kilómetros, orientada en sentido Este-Oeste a lo largo del curso de ese río.
Como sería una reconstrucción mental, se piensa que algunos elementos podrían estar sobredimensionados y que las posiciones de los mismos podrían variar y no ser proporcionales a la distancia real que los separaría.