Margarita del Val avanza cuándo llegará la cuarta ola de contagios: será "tan fuerte" como la tercera
La viróloga del CSIC avisa de que para Semana Santa habrá otra oleada, pero que la situación mejorará para verano con el buen tiempo y la vacunación.
Margarita del Val es una de las voces más autorizadas para hablar sobre la evolución de la pandemia en España, que ha registrado un total de 3,12 millones de infectados y 66.740 muertes. Doctora en Bioquímica y coordinadora de la Plataforma Interdisciplinar de Salud Global del CSIC, sus predicciones se han ido cumpliendo a lo largo de este último año marcado por el coronavirus. Ahora, en una entrevista para 20minutos, señala cuándo se producirá la cuarta ola de contagios en nuestro país y cómo será este verano.
La viróloga ha recordado que “mientras haya tantas personas vulnerables y levantemos las medidas, seguirá habiendo olas”. Por eso, ha advertido de que habrá una cuarta ola cuando acabe la tercera, “quizás a finales de marzo”, por lo que coincidirá en el tiempo con la Semana Santa, celebrada este año entre el 28 de marzo y el 4 de abril. “Si hemos hecho planes para Semana Santa, no los cambiaremos, seguirá haciendo frío y habiendo actividad en interiores, con lo que se producirá una ola tan fuerte como esta, con muchas personas mayores muriendo”, ha indicado.
Más optimista se ha mostrado de cara al verano: “Vamos a tener mejor tiempo, con lo que la probabilidad de contagiarse es diez veces menor. Además, tendremos la campaña de vacunación bastante más avanzada y más información sobre cómo funcionan las vacunas. Veremos las cosas de otra manera”. Cabe recordar que, para ese momento, el Gobierno de España tiene previsto haber inmunizado al 70% de la población. “Con eso, en algún momento podremos hacer planes o no de vacaciones, algo que descarto para Semana Santa. Es muy prematuro”, añade.
Vuelta a la normalidad
Pese a la esperanza de que en verano la situación mejore, la experta no ha querido aventurarse a vaticinar cuándo volverá la normalidad. Pero sí se ha mostrado muy crítica con la gestión que ha realizado nuestro país de la pandemia: “Tenemos ahora mismo muchísimas personas infectadas, porque nunca queremos bajar más. En cuanto se aplana la curva, ya empezamos a desescalar. La elección que hemos hecho como sociedad ha sido vivir en el límite, a pesar de que haya muchos muertos”.
En este sentido, ha destacado como buen ejemplo de gestión países como Nueva Zelanda o Australia, que ya disfrutan con seguridad de una vida prácticamente normal gracias al riguroso cumplimiento de unas duras restricciones, “con unas cuarentenas brutales” durante el periodo más agresivo de la COVID-19. “Ellos, a diferencia de nosotros, han apostado por la salud, por la economía”, ha lamentado. Para Del Val, esta estrategia es “más deseable” y asegura que España todavía está a tiempo de cambiar, aunque no lo ve posible. “Podemos optar por esa otra estrategia en cualquier momento, pero ni las comunidades autónomas ni los ciudadanos quieren. Con ese modelo sufriría menos la economía, habría muchos menos muertos, tendríamos una vida más normal, pero no deseamos hacer ese sacrificio ni un día más”.
Dentro de la vuelta a la normalidad está la cuestión del tiempo que tendremos que seguir usando mascarillas. Al respecto, la experta asevera que solo “cuando sepamos cómo de protegida está la población vulnerable podremos empezar a ver qué medidas se toman”. Sin embargo, para eso “nos quedan bastantes meses de campaña de vacunación todavía”. “Entonces, podremos empezar a ver, no significa que podamos dejar de utilizarla”, concluye.
Mientras tanto, insta a centrarse en otro aspecto igual de importante que las mascarillas: la ventilación de los espacios interiores: “En invierno, la mayor fuente de contagio es el virus que se acumula en los aerosoles en 10-15 minutos en un sitio mal ventilado donde hay una persona respirando. Eso lo estamos haciendo mal, salvo en algunos ámbitos como la docencia y ciertas empresas. En hostelería, por ejemplo, no está extendido el uso de los marcadores de CO2, con lo que no sabemos si se está ventilando bien”.
Ya se nota el efecto de la vacunación
Para alcanzar esta ansiada normalidad, las vacunas desempeñan un papel fundamental, igual que desarrollar una correcta campaña de vacunación. Desde el punto de vista de la experta, la estrategia que sigue España, y gran parte de los países, de vacunar primero a los mayores y sanitarios es “muy adecuada”. Además, sostiene que el ritmo de vacunación está siendo el mejor posible, teniendo en cuenta las pocas dosis que hay.
Aunque el ritmo no es tan rápido como sería deseable, Del Val afirma que el efecto de la vacunación “ya se está notando en las residencias de ancianos”, donde “se detectan menos brotes, porque no necesitan diagnosticar a la gente, puesto que no hay enfermedad”. Como país, lo notaremos cuando el 100% de las personas vulnerables, es decir, quienes corren riesgo de morirse por la infección vacunadas, esté vacunado”, augura.
Cómo combatir las variantes
Margarita del Val ha destacado en varias ocasiones que las variantes no deben ser motivo de agobio para la población, discurso que ha seguido durante esta conversación con 20minutos. Por una parte, ha reconocido que, aunque las vacunas con una alta eficacia protegen también contra las variantes, incluida la sudafricana, también hay otras que “no está funcionando igual de bien”.
Pero también ha asegurado que estas variantes no tienen por qué retrasar la vuelta de la normalidad, ya que las medidas de protección son las mismas para todas: “Si respetamos las normas que ya conocemos muy bien, no hay motivos para tardar más. El problema es que, en concreto, las cuarentenas y los aislamientos hay que aplicarlos muy en serio y eso no se está haciendo en España”, ha insistido. En esta línea, destaca que “se da el alta médica demasiado pronto y las empresas no están permitiendo que la gente guarde los diez días cuando es contacto de un positivo. No está registrado como baja laboral y eso es un problema” porque estas personas pueden transmitir el virus sin saberlo.
Para evitar esta situación, la viróloga del CSIC propone “mantener la cuarentena de diez días siempre, se tenga o no se tenga un diagnóstico y sea o no negativo”. Asimismo, plantea la necesidad de que los padres tengan derecho a baja laboral para cuidar a los niños que se contagian en el colegio o son contactos estrechos de un positivo. “Si los positivos cumplen perfectamente bien el aislamiento y sus contactos respetan la cuarentena, con muy poca gente haciendo un confinamiento selectivo, estaríamos más protegidos de los contagios”, zanja.