Italia aprueba dos nuevos fármacos de anticuerpos monoclonales contra la COVID
Estas nuevas curas han levantado cierta polémica debido a su alto coste, con precios de hasta 2.000 euros. Son efectivos para pacientes graves.
Con las campañas de vacunación activas en todo el mundo, científicos siguen investigando nuevas vías para poner freno a la pandemia del coronavirus. En los últimos meses se ha hablado de la aparición de nuevos fármacos y, de hecho, Italia se ha colocado esta semana a la cabeza de Europa, utilizando ya dos nuevos medicamentos basados en anticuerpos monoclonales, dirigidos principalmente a enfermos más graves de COVID-19.
Tal y como informa el diario ABC, fue Comisión técnico científica de la Agencia Italiana de Medicamentos (Aifa) quien autorizó el uso de los dos anticuerpos monoclonales de las farmacéuticas estadounidenses Eli Lilly y Regeneron. La intención era hacer uso de ellos en una fase inicial con pacientes de coronavirus de alto riesgo. Una autorización que el propio ministro de Sanidad, Roberto Speranza, firmó para su distribución y su uso de emergencia, continuando de esta manera con los estudios.
“Los anticuerpos monoclonales son una herramienta importante, que ciertamente contribuyen a la lucha contra el Sars-CoV-2, y en particular a prevenir la progresión de la enfermedad en la fase inicial en las personas más frágiles”, ha dicho Franco Locatelli, presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS). Pero también ha querido se prudente hasta conocer mejor los resultados: “Sin embargo, no les podemos atribuir las propiedades salvadoras que no tienen para los enfermos graves; porque eso sería un error, basándonos en las evidencias que tenemos, y crearíamos expectativas que luego pueden ser defraudadas”.
Origen de los anticuerpos y efectividad
Estos fármacos se basan en los anticuerpos monoclonales, un tipo de anticuerpos que se extraen del plasma de la sangre de un enfermo, en este caso, paciente grava que ha sido infectado por COVID-19. Con ello, se producen clones, un conjunto de células u organismo géneticamente idénticos con los que tratar al enfermo.
“Se trata de anticuerpos derivados de un clon de linfocitos B y todos tienen la misma especificidad y la capacidad de neutralizar, de bloquear el vínculo entre el nuevo coronavirus y su receptor presente en las células humanas. Los estudios clínicos realizados hasta la fecha demuestran claramente que esta terapia puede ser útil para prevenir la progresión de la enfermedad, mientras que no se ha demostrado su eficacia en pacientes gravemente enfermos”, explicó Locatelli más en profundidad.
De hecho, el director del Centro de Investigación Farmacológico Mario Negri de Milán, Giuseppe Remuzzi, también corroboró su efectividad en pacientes, aunque indicó que “solo son efectivos cuando se utilizan en los primeros días de la enfermedad”.
Polémico por su elevado coste
Pese a este gran avance que Italia ha registrado en las últimas semanas, la polémica se ha hecho notar en el país. Varios medios han publicado informaciones señalando la poca eficacia de estos anticuerpos monoclonales, además de difíciles de suministrar, ser una posible causa de mutuación del virus y tener un alto coste, en torno a los 2.000 euros.
“Es un desperdicio de dinero sin precedentes”, añadía de forma tajante Andrea Crisanti, un conocido virólogo italiano. Sin embargo, el presidente del Issi, Locatelli, reconoce que el precio es muy elevado pero “la salud, obviamente, no tiene precio, creo que el aspecto crucial a subrayar es la idoneidad de uso e indicación”.