CORONAVIRUS

Primer despido procedente en España por usar mal la mascarilla

El Juzgado de los Social número 6 de Santander ha determinado como procedente el despido de una trabajadora que llevaba la mascarilla por debajo de la nariz.

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Primer despido procedente en España por usar mal la mascarilla
Luis Tejido EFE

Lavado de manos, distancia de seguridad y uso de mascarilla. Son tres acciones que desde principios de 2020 hemos ido acostumbrando a nuestra rutina de forma progresiva con motivo de la pandemia. Especialmente en el empleo de la mascarilla, su uso incorrecto o directamente el no ponérsela puede tener peligrosas consecuencias, como una sanción económica.

Sin embargo, cuando esta infracción se lleva a cabo en el ámbito laboral, puede derivar en despido. Así ha ocurrido, por primera vez, en España. El Juzgado de lo Social número 6 de Santander ha determinado el despido procedente de una trabajadora de una sección de pescadería por llevar la mascarilla por debajo de la nariz, hecho que va contra las medidas para combatir la COVID-19.

Aunque la sentencia se ha dictado ahora, los hechos ocurrieron durante el año pasado. Una clienta observó que no portaba de forma correcta la mascarilla, por lo que acudió a buscara la gerente del centro. Al llegar las dos junto a la trabajadora, ésta se negó a colocársela. "Si no te gusta, te vas. Si quieres lo arreglamos en la calle, sin uniforme", respondió ante la petición de la clienta y su superior. La supervisora intentó, sin éxito calmar a su trabajadora.

Reacción de la empresa

Semanas más tarde, la compañía le notificó el despido a través de una carta. En aquel momento, alegaron que la conducta era una falta grave que vulneraba las normas de seguridad y el correcto uso de los equipos de protección. La empresa consideró que había cometido tres faltas de carácter grave: vulneración de las normas de seguridad, falta de respeto o consideración al público y malos tratos de palabra u obra.

Al recibir la notificación, la empleada consideró el despido como improcedente, por lo que presentó un recurso. Sin embargo, la sentencia defiende el despido y considera como falta muy grave los hechos. "Se encontraba prestando servicios con un producto no envasado, el pescado, por lo que las normas de prevención de riesgos laborales de la empresa le obligaban al uso correcto de la misma, tapando la boca y la nariz". Así, además de no hacer caso a la petición de la clienta y su superiora, la sentencia indica que hubo una respuesta en tono amenazante.