Alemania cumple sus peores pronósticos: récord de fallecidos
El país ha registrado 1.188 muertes en las últimas 24 horas, un nuevo máximo después de que el pasado 30 de diciembre se notificaran 1.129 decesos.
“Este invierno sigue siendo un momento difícil. Estos días y estas semanas son momentos difíciles para nuestro país. Y así será durante bastante tiempo”, estas fueron las previsiones de la canciller alemana, Angela Merkel, en su tradicional discurso de Año Nuevo. Y no se equivocaba, pues Alemania se encuentra en una situación cada vez más delicada y ha batido otro récord de muertes por COVID-19.
A pesar de las nuevas restricciones para el periodo navideño, los días difícil que vaticinó Merkel ya han llegado. El Instituto Robert Koch (RKI) ha informado este viernes de que, en las últimas 24 horas, el país ha registrado 31.849 nuevas infecciones y 1.188 muertes a causa del coronavirus. Esto supone un nuevo máximo en la cifra de fallecimientos después de que el pasado 30 de diciembre se anunciaran 1.129 decesos en un día. Por su parte, el máximo de nuevas infecciones diarias se registró el 18 de diciembre, con 33.777 casos.
En cuanto a la situación epidemiológica, la incidencia acumulada en los últimos siete días en el conjunto del país es de 136,5 casos por cada 100.000 habitantes, lejos del máximo de 197,6 casos alcanzado el 22 de diciembre. En total, el RKI ha contabilizado 1.866.887 personas contagiadas, de las que 38.795 han muerto. El número de pacientes que han superado la enfermedad se sitúa en torno a los 1.494.100.
El 2021 llegó con medidas más severas
Alemania fue un ejemplo de gestión durante toda la primera ola de la pandemia, pero no ha sido capaz de frenar la segunda pese a sus intensos esfuerzos. El ocio, la cultura, la gastronomía y el deporte llevan cerrados desde noviembre. A mediados de diciembre, Merkel acordó también con los 16 estados el cierre de colegios y comercios no esenciales, mientras que en los demás se limitaba el aforo.
Ante la ineficacia de estas medidas, el martes se anunció que todas estas restricciones se prorrogan, al menos, hasta el 31 de enero. Además, Merkel indicó que había acordado con los ejecutivos regionales del país endurecer algunas medidas, como la relativa a las reuniones privadas, que pasarían a incluir a una sola persona que no viva en el domicilio. “Los contactos deben reducirse al mínimo absoluto”, sentenció.
Asimismo, la canciller añadió que las personas que procedan de zonas de riesgo deberán realizarse una doble prueba: una para entrar en el país (o inmediatamente al llegar) y la segunda, tras permanecer cinco días de cuarentena, como mínimo. Por último, se limitó la movilidad en las áreas con una incidencia acumulada de más de 200 casos por cada 100.000 habitantes.
Polémica con la vacunación
Con la llegada de la vacuna “la esperanza ya tiene un rostro” para Merkel. Sin embargo, la campaña de vacunación está siendo muy criticada, especialmente por la escasez de dosis que hay en el país más poblado de la Unión Europea, con 83,2 millones de habitantes. Los reproches se centran en el ministro de Sanidad, Jens Spahn, y en la decisión de aprovisionarse de vacunas a través de la Comisión Europea. Merkel defendió que el procedimiento comunitario común es la vía “correcta” para conseguir la vacuna y añadió que no entendería, en una situación como esta, “actuaciones nacionales en solitario”, como han reclamado algunos, al considerar que Berlín lo hubiese hecho mejor que Bruselas para lograr más dosis antes en un tiempo menor.
En este sentido, la canciller argumentó también que Alemania está “rodeada” de países con los que comparte un “mercado común” en el que no hay fronteras, por lo que sería poco efectivo vacunar a los nacionales si los vecinos comunitarios no lo están. A esto, añadió que la Comisón sólo puede hacer “lo que los Estados quieren” y que fueron los socios europeos quienes decidieron con qué productores se negociaba, a quiénes se daba prioridad y cuántas vacunas se adquirirían.