San Marino: si rechazas la vacuna y contraes la COVID, pagas la cura
El secretario de Estado, Roberto Ciavatta, explicó que estarían exentos de esta sanción quienes no puedan vacunarse por alergias u otros motivos sanitarios.
La llegada de la vacuna contra la COVID-19 es la noticia más esperada para muchos porque podría ayudar a acelerar el fin de la pandemia. Sin embargo, en todos los países del mundo hay personas reacias a vacunarse. Por eso, algunos gobiernos estudian medidas que lleven a gran parte de la población a aplicarse el fármaco. El pequeño estado de San Marino, por ejemplo, tiene sobre la mesa la idea de que quien no quiera recibir la vacuna deberá pagar de su bolsillo el tratamiento en caso de contagiarse y necesitar asistencia hospitalaria. Aquellos que no puedan vacunarse por causas ajenas a ellos no deberán pagar nada.
“La vacuna será gratuita y estará disponible para la población y si decide no someterse a ella por elección propia y no porque forme parte de categorías excluidas, como personas alérgicas o por otros motivos de salud, entonces tendrá que pagar el tratamiento de un posible contagio”, explicó el secretario de Estado, Roberto Ciavatta, según recoge el medio Il Fatto Quotidiano. También aseguró que “los expertos de la comisión de vacunas del Instituto de Seguridad Social coincidieron” con implantar esta medida.
Estas vacunas para combatir el coronavirus en San Marino llegarán desde Italia, reveló Ciavatta. “Será el Ministerio de Salud italiano el que nos desviará una porción y, por lo tanto, también los tiempos de vacunación de la población de San Marino seguirán a los italianos”, concretó.
Duros contra quienes se resisten
La asistencia sanitaria de San Marino es totalmente gratuita para sus ciudadanos y, además, mantiene una postura muy severa contra los que están en contra de las vacunas. Desde hace unos años, el Gobierno estableció que los padres que no permiten que sus hijos reciban estos fármacos deben contratar un seguro de daños a terceros.
Ahora, buscará también un método para que gran parte de la población se vacune contra el coronavirus y evitar así volver a ser una de las zonas europeas con mayor tasa de contagios, como ocurrió durante la primera ola en este estado de poco más de 37.000 habitantes.