CORONAVIRUS

El gráfico que demuestra la eficacia de la vacuna de Pfizer

La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) publicó un documento con todos los datos relativos vacuna contra el coronavirus.

El gráfico que demuestra la eficacia de la vacuna de Pfizer
POOL REUTERS

La vacuna de Pfizer, junto con la empresa BioNTech, fue la primera comunicar sus resultados de efectividad y ya ha empezado a suministrarse en el Reino Unido, mientras que en Estados Unidos se hará a lo largo del día de hoy. A pesar de ello, hay detractores que no confían en estos resultados y los ponen en duda por sus posibles efectos secundarios.

Sin embargo, la compañía estadounidense ha dado a conocer un informe en el que presenta un gráfico clave para comprobar la efectividad de la vacuna. De esta forma muestra la incidencia del coronavirus en las personas que han recibido una dosis de la misma (representado con una línea azul) y las que han recibido placebo (línea roja).

El gráfico que demuestra la eficacia de la vacuna de Pfizer

Gráfico de eficacia de la vacuna de Pfizer y el placebo

Durante los primeros días tras recibir la inyección la incidencia es muy similar entre ambos grupos de voluntarios. Sin embargo, con el paso de los días ambas curvas se van separando. Ocurre especialmente a partir de las dos semanas, en el día 14 tras recibir la dosis. En ese momento, la línea azul de la vacuna se mantiene casi plana, mientras que la del placebo no deja de crecer.

Estados Unidos defiende su eficacia

El aspecto destacable es que la protección no mengua durante los dos meses siguientes a la administración de la dosis. Por su parte, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) confirma en el informe la seguridad y eficacia del vial desarrollado entre Pfizer y BioNTech.

En el documento afirma que cumple "con los criterios de éxito prescritos" en el ensayo clínico. Así, garantizan "la reducción de riesgo de COVID-19 confirmado al menos siete días después de la dosis 2". La eficacia de la vacuna es del 95% en la población general y del 94% en mayores de 65 años, considerados población de riesgo. En ambos casos, muy por encima del 50% que exige la FDA para aprobar posibles vacunas.