Desde que comenzó la pandemia, se han estado buscando numerosos remedios que evitaran la propagación de la enfermedad. Ahora, un equipo del Healthcare Technologies Institute de la Universidad de Birmingham ha desarrollado un novedoso método que puede provocar grandes avances.

Han elaborado un aerosol que usa elementos aprobados en Reino Unido, Europa o Estados Unidos y está compuesto por dos polímeros de polisacáridos. El primero es un antiviral llamado carragenina, que se usa como espesante en los alimentos; por su parte, el segundo es una solución llamada gellan, seleccionada para adherirse a las células del interior de la nariz.

Rápida comercialización

Al usarse estos componentes ya regulados en algunos dispositivos médicos y medicamentos, este aerosol podría comercializarse rápidamente. Richard Moakes, autor del artículo científico relativo a este producto, explicó que "está hecho de productos fácilmente disponibles que ya se están utilizando en productos alimenticios y medicinas y deliberadamente incorporamos estas condiciones en nuestro proceso de diseño. Significa que, con los socios adecuados, podríamos comenzar la producción en masa en unas semanas".

Su forma de atacar el virus se efectúa de dos formas. En primer lugar, atrapa el patógeno y lo recubre en el interior de la nariz, donde puede eliminarse ya sea sonándose o tragando. En segundo lugar, puesto que la COVID-19 está encapsulada en la capa viscosa del aerosol, se evita que el cuerpo lo absorba y se reduce la carga viral.

Liam Grover, coautor de la investigación, aseguró que "aunque nuestras narices filtran miles de litros de aire cada día, no hay mucha protección contra las infecciones y la mayoría de los virus transmitidos por el aire se transmiten a través del conducto nasal. El aerosol que hemos formulado brinda esa protección, pero también puede evitar que el virus se transmita de persona a persona".