CORONAVIRUS

La vacuna es "el principio del fin" para Reino Unido

El país británico tiene previsto comenzar a vacunar a la población el martes 8 de diciembre, después de que las primeras dosis llegaran el domingo.

La vacuna es "el principio del fin" para Reino Unido
YASIN AKGUL AFP

Reino Unido se prepara para vivir “el principio del fin” de la pandemia, según Stephen Powis, director médico del Sistema Nacional de Salud inglés. El país británico ultima los detalles para ser el primero en el mundo que vacuna a su población contra la COVID-19 después ser pionero también en aprobar el fármaco desarrollado por Pfizer y BioNTech. Tras confirmar su 95% de efectividad, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del país (MHRA) autorizó su uso la pasada semana.

Este domingo comenzaron a llegar las primeras dosis, siendo el Hospital Universitario de Croydon (Londres) el primero en recibirlas y está previsto que el martes, 8 de diciembre, comience la campaña de vacunación. El Servicio Nacional de Salud (NHS) administrará primero el fármaco a las personas mayores de 80 años, a los trabajadores sanitarios en primera línea de la lucha contra el virus y a los residentes de centros de mayores.

Para la primera semana de vacunación, el Ministerio de Sanidad británico estima que habrá 800.000 dosis disponibles, llegadas de Bélgica y almacenadas en lugares seguros, donde se verificará su calidad. En total, el país ha encargado 40 millones de dosis a Pfizer, suficientes para vacunar a 20 de sus 67 millones de habitantes, dado que cada persona necesita dos dosis del fármaco.

Final de la pandemia

El cercano comienzo del proceso de vacunación supone una luz al final del túnel para Reino Unido. “Sentimos que es el principio del fin. Como médico, este es un momento verdaderamente emocionante”, ha afirmado Powis en declaraciones recogidas por la cadena británica de noticias Sky News. Asimismo, ha destacado que los ciudadanos están a punto de formar parte de “la campaña de vacunación más grande de la historia de nuestro país” y que será “una maratón, no un esprint”. “Nos llevará muchos meses vacunar a todo el mundo que lo necesite”, ha añadido.

Para poder agilizar la vacunación y llegar a la mayor parte de la población, el responsable médico del sistema público de salud inglés ha explicado que habrá personal extra para ayudar con el programa de inmunización. Al mismo tiempo, se mantendrán todos los tratamientos ajenos a la COVID-19.

El Brexit amenaza la vacunación

La alegría desmesurada por la llegada de la vacuna queda contenida por el miedo a un posible desabastecimiento de fármacos. La campaña de vacunación británica llega en medio de un momento decisivo en las negociaciones entre Gran Bretaña y la Unión Europea sobre un acuerdo comercial posterior al Brexit. El periodo de transición concluye el 31 de diciembre y no alcanzar un acuerdo conduciría provocaría grandes interrupciones en el movimiento de mercancías entre el país británico y las naciones de la UE, como Bélgica. De esta forma, podría suponer un grave obstáculo para transportar las vacunas y hacerlas llegar a Reino Unido.

Después de romper las negociaciones hace unos días, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, decidieron este fin de semana que merecía la pena hacer un nuevo intento para lograr un acuerdo. Así, se retomaron las conversaciones este domingo en Bruselas y se espera resolver el asunto lo antes posible. 

Reino Unido no logra contener la pandemia

Por otra parte, el Ministerio de Sanidad británico informó este domingo de 17.272 nuevos casos de coronavirus y 231 fallecimientos en las últimas 24 horas, cifras inferiores en muertes, pero no en contagios, a las del sábado, cuando se dio cuenta de 397 muertes y 15.539 nuevos casos.

En total son más de 1,7 millones de casos confirmados de la enfermedad en todo Reino Unido y 69.752 las muertes registradas desde que comenzó la pandemia. Reino Unido ronda los 20.000 nuevos contagios desde finales de octubre y, aunque parece que ha superado el pico de la segunda ola, no termina de reducir tan drásticamente los casos como otros países comparables.