La COVID-19 se desvanece en la ciudad de Iquitos, donde los datos llegaron a ser desoladores
En el mes de septiembre comenzaron a desaparecer los contagios masivos por la enfermedad. En la última semana solo se han reportado cuatro infecciones.
La pandemia del coronavirus avanza en todo el mundo y ya ha dejado un total de 61.710.737 contagios y más de un millón de muertes. Estados Unidos es el país más afectado por la COVID-19, seguido de India y Brasil. En algunos lugares, como en Suiza, la segunda ola ha tenido más efecto que durante la primera fase de la enfermedad. Y en otros, como en la ciudad de Iquitos (Perú) se ha dado la circunstancia de una reducción muy significativa de la infección en cuestión de semanas.
En el corazón de la selva peruana amazónica se encuentra la ciudad de Iquitos, la mayor del mundo a la que no se puede acceder por carretera. Alí, durante los meses anteriores a septiembre se vivió una situación absolutamente trágica con numerosas muertes y contagios a diario. Pero a partir del noveno mes del año, las autoridades comenzaron a notar una importante disminución de infecciones sin apenas registrar consecuencias clínicas posteriores a la COVID-19.
Sin contagios
Durante la semana pasada, en toda la región de Loreto, cuya capital es Iquitos, se registraron tan solo cuatro casos de la enfermedad. En este dato ya se puede ver la disminución de contagios, ya que la semana anterior tan solo se reportaron 19 infecciones.
Fuentes del sistema público de salud han informado a la Agencia EFE que este viernes tan solo tres personas permanecían ingresadas en los hospitales con motivo de la COVID-19, y dos de ellas con sospecha de infección.
"Si, es verdad que ya casi no hay casos. Cuando uno conversa con colegas dicen que hay uno o dos casos por semana, como mucho. Durante la crisis hubo jornadas con 300 pacientes, hasta 500 por día. Que ahora lleguen esos casos, que además son más leves, evidentemente hace que todo sea algo mucho más llevadero", explica a EFE Luis Runciman, decano del Colegio Médico de Loreto.
Un 25% de la población no se ha contagiado
"La dirección de Salud de Loreto hizo un trabajo de investigación, estratificado, por zonas, por edades, muy bien hecho, donde se encontró que la prevalencia de la COVID es del 74 % en Iquitos. Se ha repetido en meses diferentes, y esa prevalencia se ha repetido. Si es así, quedaría pues tan sólo un 25 % de población que no ha padecido la enfermedad y esos ahora son los casos esporádicos que se están dando", indicó.
"Esta región tiene una prevalencia mucho más alta, y así menos margen para que se de algo así. En Iquitos no se ve este comportamiento de segunda ola, hace varios meses que estamos con casos muy, muy bajos, solo esporádicos. No hay una segunda ola, y eso se puede atribuir a la alta prevalencia en los meses del pico de la pandemia. Simplemente es que queda poca gente susceptible de enfermar", añadió.
Sin bajar la guardia
"Sucede que no sabemos nada, no sabemos cuántos serotipos puede haber de la enfermedad. ¿Cuántos tipos de COVID hay? Podemos decir que pasamos uno, pero puede llegar otro más agresivo, por eso debemos seguir preparados para lo peor", indicó Runciman.
Inmunidad de rebaño
Marco Loret de Mola, estadístico peruano también habló para EFE sobre el sorprendente caso de Iquitos: "Es bastante extraño, sí, que no haya tantos muertos ni contagios, y más si se tiene en cuenta que desde octubre se abrió totalmente la economía en la práctica. Pero también llama la atención que estén disminuyendo los casos en todo el país... Por eso yo me inclino a pensar que es más una consecuencia del esfuerzo colectivo de todos para prevenir, con higiene y precaución general, más que el efecto rebaño", dijo.
"Para mí la inmunidad de rebaño no es la variable principal en esta situación, salvo que si puede ayudar en la conciencia de los ciudadanos, que se inspiran y ven una luz. En Iquitos aún resta un 30% de población por infectar, eso significa aún la posibilidad de más pérdidas, y más fallecidos”, añadió.
Los ciudadanos opinan
"Si hay inmunidad es porque en su debido momento era tan fuerte que nos afectó a todos. Ahora la gente está confiada y sabe con qué curarse, usando nuestras plantas de la selva y con eso nos curamos. Hay tranquilidad y la gente está confiada. Estamos a cero", señaló a EFE Germán Salas, un vendedor del barrio de Belén en Iquitos.
Mirna Padilla, una cliente de Germán Salas coincidió en apuntar: "Los residentes de la ciudad se han vuelto inmunes al virus porque ya pasaron el mal momento. En la zona se va a convivir con este COVID, que todavía no se va del todo, como convivimos con otras enfermedades como el dengue y la malaria. Así seguiremos, protegiéndonos y cuidándonos", añadió.
Por último, preguntada por la desobediencia de las restricciones de algunas personas, la mujer añadió: "Algunos reaccionan a lo que nos dicen de la ciudad (Lima) y dicen que las mascarillas hacen más daño, que con el sudor el virus se queda y así se infectan más, y que sin mascarilla están más sanos”, concluyó para EFE.